El nivel de bienestar que los mexicanos reportan sobre sus condiciones generales de vida se redujo en los pasados seis meses. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que en julio el indicador se ubicó en 8.3 puntos en una escala de uno al 10. A ello se agrega el deterioro anual en la percepción de seguridad.

Sin embargo, esta medición –que el presidente Andrés Manuel López Obrador usó para probar con metodología que el pueblo está feliz, feliz, feliz– se mantiene en niveles elevados. Por un lado, se cuenta por debajo del 8.4 reportado en enero, pero está en el mismo nivel que en julio de 2018.

Los resultados corresponden al Bienestar Autorreportado (Biare), un trabajo realizado por el Inegi con base en los resultados de la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor. Se apega a lineamientos emitidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Entre los 12 componentes que refiere la medición, frente a enero de 2019 se redujo la satisfacción respecto de las relaciones personales, la vivienda, salud, logros y nivel de vida, la condición del vecindario. Lo mismo en dominios de la esfera pública como la satisfacción con la condición del país y la seguridad ciudadana, que son tradicionalmente de baja valoración, recalca el Inegi.

No obstante, frente a lo reportado en la medición en julio 2018, el único deterioro se dio en el rubro de la seguridad ciudadana, que pasó de 5.4 a 5.3 puntos en un año. Con lo que este rubro se mantiene como el peor calificado.

A la par, el rubro de satisfacción con el país se ubicó en 6.8 puntos. Mientras las relaciones personales mostraron el mayor promedio (8.7), le siguió la actividad u ocupación (8.6) y el rubro de vivienda, el estado de salud y los logros de vida; los tres con 8.4 de promedio.

De acuerdo con lo recabado por el Inegi, el bienestar también pasa por el crisol de la brecha de género. Al mes de julio se exhibió que en los hombres la satisfacción es de 8.4 puntos en promedio y de 8.2 por ciento para las mujeres.

Aspectos de calidad de vida

Las mediciones del bienestar más allá del PIB permitan evaluar en qué medida la población disfruta de su vida, si está satisfecha con ella y con algunos de sus principales aspectos.

Se trata de un esfuerzo por reconocer que los destinatarios finales del progreso son las personas y que por eso es necesario poner atención no solamente al acceso a bienes y servicios materiales, sino también a cómo experimentan sus circunstancias, pues en ello influyen en paralelo aspectos de calidad de vida no cuantificables en unidades monetaria, apunta el organismo.