Sociedad y Justicia
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Descargas industriales en los ríos crean coctel tóxico, señala científico
 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de agosto de 2019, p. 29

A causa de las descargas industriales, de aguas residuales de las ciudades, de los campos agroindustriales que utilizan sustancias químicas, de los residuos de la minería y por la presencia de microplásticos, muchos de los ríos del país, sobre todo de la zona central son un coctel tóxico, sostuvo Omar Arellano Aguilar, académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

El experto, que una de sus áreas de trabajo es la investigación de los riesgos a la salud y ambientales por la contaminación de afluentes en México, indicó que el deterioro de los cuerpos de agua superficiales: lagos, lagunas y ríos no se frena, y, al contrario, ha ido avanzando de manera mucho más rápida en años recientes y en algunas partes ya genera problemas de salud.

Derechos de la naturaleza

Entrevistado por La Jornada en el foro ¿Tienen derechos los ríos y la naturaleza?, organizado por el Observatorio Académico, comentó que las comunidades que viven en las cercanías de los afluentes con polución padecen problemas de salud tales como leucemia, insuficiencia renal, asma, problemas dérmicos y diferentes tipos de cáncer, estamos en una crisis hídrica por la contaminación ambiental.

Precisó que “nosotros trabajamos en la cuenca del río Santiago, en Jalisco, y del Atoyac en Puebla y Tlaxcala. Ahí el problema es la intoxicación industrial, hay metales pesados como mercurio, arsénico, plomo cadmio, cobre y sustancias solventes como tolueno, cloroformo, xileno, disruptores hormonales, plaguicidas –incluso de los que están prohibidos avarios países–. Es una mezcla compleja, es un cóctel tóxico que está afectando a gran parte población, y se fiscaliza mucho en la parte central, eso debido a que ahí es donde la actividad industrial es más intensa”.

Ante ese panorama, el experto sostuvo que es evidente que la política regulatoria actual es insuficiente para contener los daños colaterales y subrayó que en diversas naciones se ha legislado para reconocer los derechos de la naturaleza.

“Las normas ambientales han sido insuficientes para la protección y conservación de los recursos naturales, quizás entonces tenemos que recurrir a un instrumento mucho más fuerte: al reconocimiento del derecho jurídico de la naturaleza y, por tanto, de los ríos.

Si las empresas tienen derechos, si se les reconoce derecho moral, porque no reconocer el derecho de la naturaleza.

Expuso que algunos países latinoamericanos ya tienen avance en este rubro, también en Europa y en el país está la Constitución de la Ciudad de México que reconoce el derecho de la naturaleza, también en Colina y Guerrero, y quizás pronto en estado de México.