Miércoles 21 de agosto de 2019, p. 36
En México están dadas las condiciones para que se hagan estudios serios sobre el potencial médico e industrial de la cannabis sólo es necesario que el gobierno agilice el registro de los protocolos de investigación y se deje ayudar
por expertos en la creación de las leyes que regulen estos aspectos.
Así lo afirmó el presidente de la Asociación Mexicana de Investigación en Cannabis (Amexicann), Gustavo Olaiz, quien señaló que aunque la planta tiene un potencial clínico enorme –sobre todo para aspectos como el control del dolor–, es necesario analizarla con una óptica más mesurada, sin pensar que es lo peor del mundo ni tampoco que es milagrosa
.
En entrevista con La Jornada, el cirujano experto en temas de salud pública explicó que la asociación –fundada apenas el 5 de junio pasado– busca reunir a especialistas de diversos campos del conocimiento para generar información científica sobre la cannabis y definir la mejor estrategia para explotar sus propiedades.
Los integrantes de la Amexicann, afirmó, trabajan sobre todo en aspectos como la creación de medicamentos para seres humanos y animales de compañía, y en el estudio de las posibilidades de uso industrial de la planta, pero también en el análisis de las experiencias de personas que la han cultivado de forma casera para crear medicinas para su familia.
En dicha labor, trabajarán de la mano con las facultades de Medicina y Química de la UNAM, y los hospitales Manuel Gea González, de Alta Especialidad de Ixtapaluca y General de México.
Aunque ya hay evidencias de que la cannabis es espectacularmente buena para dolores terribles
y en el tratamiento de procesos inflamatorios –que son la base de muchas enfermedades degenerativas–, todavía falta por hacerse mucha investigación al respecto, por lo que Olaiz llamó a no guiarse por prejuicios, mitos o expectativas demasiado altas.
A la planta le cuelgan muchos milagritos para bien y para mal. Nosotros no decimos que es lo peor ni que es una maravilla, sino simplemente queremos definir si es benéfica y cuáles son sus riesgos
, recalcó.
Respecto del papel que debe jugar el gobierno del país frente a la cannabis, Olaiz estimó que lo primordial es confiar en el trabajo de los especialistas, así como facilitar el registro de protocolos de investigación y dejarse ayudar
al momento de definir las leyes que regularán la comercialización de los productos resultantes.