Aunque la vinculación a proceso de Rosario Robles es una buena señal en la lucha contra la impunidad, el éxito de la indagatoria depende en gran medida de que se investigue a la ex funcionaria como parte de un entramado mucho mayor, con una perspectiva sistémica, pues de lo contrario el caso podría caerse, advirtieron especialistas en temas anticorrupción.

Ernesto Peralta, director de la plataforma digital de análisis Borde Político, consideró que aunque la judicialización del caso contra Robles es una buena noticia, alertó que la prisión preventiva en contra de la ex secretaria de Estado es un exceso absoluto que busca impacto mediático, pues hubiera sido suficiente con ponerle un brazalete de localización y congelar sus cuentas.

Que te encarcelen primero para después ver si eres culpable es una especie de pena anticipada que rompe con el principio de presunción de inocencia, que es la base del sistema penal acusatorio, el cual es un esquema que rechaza abiertamente el actual titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero.

Rosario es una de las partes más pesadas de la investigación, pero seguimos viendo una fiscalía con una falta de profesionalismo enorme y un gusto mediático inusitado, y eso definitivamente puede contribuir a que el caso se caiga, ante la falta de una persecución sistémica. Va a estar 5 minutos en la cárcel si sólo pueden comprobarle el uno por ciento de lo que se desvió, dijo.

Marco Fernández, profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey e investigador del colectivo México Evalúa, coincidió en que la indagatoria contra Robles puede leerse como una puerta de esperanza que manda la señal de que no hay intocables, pero llamó a ser cautos, pues todavía no hay certeza de que la FGR tenga todos los elementos para sancionarla.

No sabemos si el Estado mexicano va a poder sostener todas las acusaciones y recuperar los bienes erogados de forma indebida. Además, es preocupante la tentación mayúscula de sacar raja política del caso, señaló el académico, quien consideró que la orden de prisión preventiva contra Robles entró con calzador, porque el delito del que se le acusa no está considerado como grave.

De su lado, el académico Enrique Rascón subrayó que las investigaciones sobre el desvío de recursos públicos en las dependencias que dirigió Rosario Robles deberían ampliarse a la Secretaría de Educación Pública, pues tanto su ex titular, Aurelio Nuño, como los rectores de diversas universidades estatales han sido partícipes de quebrantos similares, sin que hasta el momento se les haya indagado a fondo ni sancionado.