Martes 13 de agosto de 2019, p. 23
Washington. En otro paso radical en materia migratoria, el gobierno de Donald Trump negará la residencia a extranjeros que se beneficien con el seguro médico Medicaid o reciban cupones de alimentos u otras formas de asistencia pública.
Las leyes federales estipulan que las personas que busquen una green card (tarjeta verde de residencia) o legalizar su estatus deben demostrar que no serán una carga
para el gobierno, pero nuevas reglas agregan muchos más elementos descalificatorios para los solicitantes.
Estas normas se aplican a los inmigrantes que han ingresado al país de manera documentada y que aspiran a obtener la residencia permanente o la ciudadanía. Son parte de una campaña que busca crear un sistema migratorio basado en las aptitudes profesionales del inmigrante y no en la reunificación familiar, por lo que ONG señalaron que la medida afecta a los pobres.
Funcionarios del Servicio de Ciudadanía e Inmigración tendrán que tomar en cuenta ahora la asistencia pública junto con otros factores como la educación, el nivel de ingresos y la salud de la persona que solicita un status legal.
Las nuevas reglas entrarán en vigor a mediados de octubre.
Los inmigrantes representan un porcentaje muy bajo de los beneficiarios de la ayuda del Estado. De hecho, muchos no pueden solicitarla por su estatus irregular.
En promedio 544 mil personas solicitan la residencia anualmente y unas 382 mil caerían dentro de alguna de las categorías que pueden generar dudas.
El gobierno estadunidense tambén ha restringido severamente el asilo y ha enviado de vuelta a México, para que esperen el proceso de sus solicitudes, a más de 30 mil personas.