Martes 13 de agosto de 2019, p. a12
¿Pero qué necesidad tenía?... por dinero no creo
, cuestionó Rafael Lebrija, quien considera que su amigo, el entrenador Enrique Ojitos Meza no merece un adiós de los banquillos con sello de perdedor, como parece que tendrá con los deprimidos Tiburones Rojos del Veracruz, últimos en la tabla general y en la de cocientes.
Meza y Lebrija armaron una exitosa mancuerna –como técnico y directivo, respectivamente– para llevar tres trofeos de liga a las vitrinas de los Diablos Rojos del Toluca entre 1998 y 2000. El estratega vivió otra buena etapa con los Tuzos del Pachuca, sin embargo, ahora para qué se mete ahí a sabiendas de lo que iba a encontrar. El Veracruz es un equipo sin ton ni son
, agregó Lebrija.
Ojitos Meza, en sus inicios como técnico, recibió al desesperado Morelia y lo salvó del descenso; hace un par de meses, cuando asumió el timón del Veracruz, a sus 71 años, declaró que llegaba con la ilusión íntegra, como la de un joven entrenador
. Empero, transcurridas cuatro fechas le tocó ver cumplir al equipo del puerto 30 partidos sin victoria, los recientes tres bajo su responsabilidad.
Su equipo, con un partido menos (descansó en la fecha inaugural) ya es el más goleado: ha recibido 12 anotaciones, a pesar de que retuvo al portero Sebastián Jurado, pues no lo quiso prestar para los Juegos Panamericanos. Desmoralizado, tras perder ante Atlas, Meza avisó: esta cerca mi retiro
y tanto viaje cansa
.
“Me pregunto cuándo tomó la decisión de irse al Veracruz, no entiendo por qué lo hizo… tendría mucha necesidad. Económicamente no creo que tenga problema. Pero bueno, es respetable. Sin embargo, para la gente de experiencia está claro que ese equipo no iba a dar el ancho. Lo estimo mucho y ojalá le vaya bien”, dijo Lebrija.
Para el también ex titular de la Primera División, el desempeño del futbol en Perú “fue un fracaso. Todo es consecuencia de tener tantos extranjeros, de no asistir más a la Copa Libertadores ni a la Copa América, de que los equipos pueden comprar su permanencia en el máximo circuito y de que ya no haya descenso. Todo es un absurdo.
Ahora vamos a ver en qué resulta este torneo binacional con Estados Unidos, a ver si agarra auge, vamos a esperar, porque en el futbol mexicano se hacen las cosas a la ligera.