Con la finalidad de transformar la sierra de Santa Catarina en un gran bosque, fortalecer su riqueza biológica y ambiental, aumentar su vocación recreativa, cultural y deportiva, así como impulsar su potencial turístico, la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada Molina, puso en marcha la reforestación con 80 mil árboles en esta área natural protegida, donde está proyectado plantar cerca de 300 mil ejemplares en esta administración.

La acción iniciada este lunes forma parte del programa Sembrando vida en Iztapalapa que impulsa el gobierno central y cuya meta es plantar un millón de árboles en este trienio en las áreas naturales protegidas y en todas las colonias de la demarcación; en éstas también se sembrarán 85 mil árboles frutales en viviendas o incluso en las calles.

Tras la ceremonia inicial, la alcaldesa y la secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México, Marina Robles García, acompañadas de funcionarios, diputados, concejales y vecinos plantaron árboles en la sierra de Santa Catarina.

Antes, Brugada afirmó que los árboles son la principal arma contra el calentamiento global y la contaminación e indicó que ya se han sembrado 80 mil árboles en el cerro de La Estrella; se plantarán 65 mil en las banquetas de la demarcación, aparte de los 85 mil árboles frutales que los vecinos decidirán si los cultivan en sus casas o en las aceras, y los 80 mil que hoy comenzaron a sembrarse en la sierra de Santa Catarina con el propósito de evitar que Iztapalapa vuelva a ser la demarcación más contaminada, como sucedió hace unos meses.

Brugada solicitó a Robles García revisar las concesiones con que operan minas de arena y grava en la sierra. Una de las tareas más importantes es frenar la explotación de las minas que tenemos aquí, pues aun cuando ya se han clausurado unas, faltan más que están acabando con los cerros.

En la Sierra de Santa Catarina pueden hacerse muchas más actividades recreativas y turísticas, por lo que planteó al secretario de Turismo de la Ciudad de México, Carlos Mackinlay Grohmann, aplicar un mecanismo para que la gente de la zona pueda beneficiarse.