La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, prometió a los pueblos indígenas un nuevo pacto social sin exclusiones, que se refleje en la Constitución Política y en la vida cotidiana.

Para hacer justicia, dijo, es necesario reconocer los agravios y dotar de capacidades reales a quienes han sido históricamente marginados, para impulsar y posibilitar su reflorecimiento. Para eso necesitamos hacer efectivos sus derechos, advirtió.

Desde el Museo Nacional de Antropología se concluirá esta semana la consulta hacia una reforma constitucional en materia de derechos indígenas. En los encuentros regionales participaron más de 23 mil personas, mientras ayer poco más de 600 iniciaron el Foro Nacional de los Pueblos Indígenas y Afromexicano.

El gobierno de México tiene la firme convicción de trabajar para que nadie se quede atrás o afuera. Tenemos el mandato popular de generar bienestar para todos, y para lograrlo debemos empezar por los grupos más vulnerables, los que han sido agraviados durante siglos, dijo la funcionaria federal.

Ante cientos de representantes de los 54 foros regionales realizados para construir la modificación legal de los derechos indígenas, destacó el carácter inédito de este ejercicio de democracia participativa.

Este proceso nos conducirá a una reforma constitucional que abrirá la puerta a la integración de los pueblos originarios y sentará las bases para forjar un nuevo pacto social que no deje atrás ni excluya a nadie del desarrollo, expresó en el auditorio del museo, lleno a tope de representantes de los pueblos indígenas.

Los invito –destacó– a seguir trabajando para dejar atrás las injusticias de antaño y asegurarnos de que el progreso se distribuya de manera equitativa entre todos los mexicanos, sin importar su condición o grupo social.

También agradeció la participación de funcionarios y legisladores presentes, vinculados al sector indígena, para enriquecer la tarea encomendada por el Presidente de la República.

Recordó que al inicio de su administración, el primer compromiso de Andrés Manuel López Obrador fue dar atención especial a los indígenas, porque –citó– es una ignominia que nuestros pueblos originarios vivan desde hace siglos bajo la opresión y el racismo, con la pobreza y la marginación a cuestas. Todos los programas del gobierno tendrán como población preferente a los pueblos nativos.

Este compromiso, indicó Sánchez Cordero, es sólo un ejemplo de cómo el proyecto de la Cuarta Transformación encarna un profundo sentimiento de justicia social.

En cuanto al Plan Nacional de Desarrollo, que escribió personalmente nuestro Presidente, dijo, señala que se socializará el poder político para involucrar al pueblo en las grandes decisiones.

La titular de Gobernación se despidió entre exclamaciones de ¡Viva Mexico! y ¡Viva el Presidente López Obrador!