Integrantes de los 68 pueblos originarios del país se congregaron en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología. Para todos fue una celebración, porque esta semana concluirán las propuestas hacia una reforma constitucional y legal sobre sus derechos y los de afromexicanos.

Entre las ideas centrales destaca la inclusión del municipio indígena y el reconocimiento de sus tierras, pero sobre todo colocar a las personas de estas comunidades como sujetos de derecho, no objetos.

Ha llegado la hora de saldar la deuda con nuestros pueblos, y esto no podía ser obra del gobierno o de las instituciones, sino de la sociedad, de nuestras comunidades, dijo Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), en la inauguración del Foro Nacional de los Pueblos Indígenas y Afromexicano.

Desde temprana hora, con sus mejores trajes, participaron en una ceremonia en Tlatelolco; luego avanzaron en los patios del museo indígenas de todas las regiones, desde los kikapoo, de Muzquiz, Coahuila, hasta los mayas de Yucatán. En la apertura de los trabajos se escucharon discursos en mixe, ñañú, chinanteca y zapoteco, entre otras.

Las 674 personas registradas en el foro representan a más de 23 mil participantes de 54 foros regionales realizados antes.

El objetivo del proceso de consulta es elaborar un anteproyecto que será entregado al Presidente de la República, al tiempo de construir una iniciativa de reforma constitucional y legal en esta materia. El Ejecutivo enviará la iniciativa al Congreso de la Unión.

Regino Montes citó el tema central: el reconocimiento de los pueblos indígenas como titulares de derechos y obligaciones, aspecto fundamental porque hasta ahora la Carta Magna los reconoce como objetos de interés público, es decir, nos da el carácter de objetos, no de sujetos.

El segundo punto tiene que ver con la autonomía y libre determinación mediante figuras como el municipio indígena para elegir a sus autoridades, como ocurre en Oaxaca y Chiapas.

Otro factor importante es el reconocimiento de tierras y sus recursos naturales.

–¿Se vislumbra una gran reforma agraria o de la tenencia de la tierra?

–Sí. Se propone el reconocimiento de los territorios indígenas, que va más allá del concepto tradicional de la tierra. Con distintos matices, los asistentes –entre ellos académicos, funcionarios y legisladores– hablaron de la deuda de justicia para los pueblos indígenas.

“Nos despojaron de nuestros recursos, se nos violaron nuestros derechos, se nos excluyó del desarrollo y se nos discriminó; prueba de ello es que muchos hemos perdido nuestras lenguas, muchos nos avergonzamos de vestir como ‘indios patarrajadas’, como a veces nos decían o nos siguen diciendo; prueba de ello es que entre nosotros existen muchos conflictos y nos estamos matando”, lamentó la diputada Irma Juan Carlos.