Miércoles 26 de junio de 2019, p. 6
La noche del lunes, en la edición 61 de la ceremonia de entrega de los premios Ariel, directoras, actrices, periodistas, escritoras, productoras y diversas profesionistas de cine y televisión, portando en la muñeca un pañuelo en color rojo y blanco, pugnaron por un cambio
en la industria en favor de las mujeres.
Contra el abuso y la violencia de género
, mujeres de la industria audiovisual lanzaron la iniciativa #YaEsHora, con la finalidad de formar comunidad.
En un comunicado puntualizaron: “Desde la iniciativa #YaEsHora trabajaremos en una agenda de género que considere los siguientes ejes: espacios de trabajo libres de violencia, igualdad y paridad, y una mayor inclusión de narrativas con perspectiva de género.
Es una iniciativa de mujeres para mujeres. Buscamos que el sistema cambie de raíz, que la violencia deje de ser algo normal, ignorada y justificada.
En la iniciativa figuran más de 50 mujeres, como Abril Alzaga, Alejandra Márquez Abella, Ana Laura Pérez, Ana Laura Rascón, Anaid Ramírez, Andrea de la Torre, Andrea Rendón, Arantxa Luna, Cassandra Ciangherotti, Ilse Salas, Jessica Oliva, Karla Souza, Lila Avilés, Sophie Alexander-Katz, Yalitza Aparicio y Marina de Tavira.
La primera acción de #YaEsHora plantearon las organizadoras es la invitación a registrarse en línea en yaeshoramx.org, con el fin de crear un directorio nacional de profesionistas de cine y televisión que tienda lazos y que permita el fortalecimiento de una comunidad de creadoras
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Con esta iniciativa se pretende una nueva forma de vivir en la industria, donde lo natural es aliarse ante las distintas situaciones que puedan poner en peligro la dignidad de la mujer, sin miedo a ser afectadas (rechazadas/ tachadas/descalificadas/despedidas) por defenderse una misma o a otras
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Plantearon varios puntos, entre los que figuran: Hacer efectiva de forma urgente la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; que instituciones públicas (institutos, escuelas) y privadas (casas productoras, distribuidoras, festivales y escuelas) se rijan por un protocolo de ética que contemple el respeto y la igualdad
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