Jueves 20 de junio de 2019, p. 4
Nueva York. El artista Paul Simon fue el invitado de honor de la Sociedad de Poetas de Estados Unidos la noche del martes durante una cena benéfica en el Jardín Botánico de Nueva York.
Otra invitada de honor fue la veterana editora de poesía Alice Quinn. Ambos tienen décadas de trayectoria en las que han sido venerados por amantes de las letras.
Quinn ha alentado a innumerables poetas, entre ellos a Sharon Olds y Edward Hirsch, como profesora adjunta en la Universidad de Columbia, editora de poesía de The New Yorker (1987-2007) y editora en Alfred A. Knopf.
Está por retirarse como editora ejecutiva de la sociedad de poetas, donde ha prestado servicios desde 2001. Fue presentada por la poeta laureada estadunidense ganadora del premio Pulitzer Tracy K. Smith, quien elogió sus contribuciones a ‘‘la vida interior a lo largo y ancho de este país y más allá’’.
Quinn apuntó que Simon había sido un defensor de la sociedad de poetas y recordó haberlo visto en las oficinas de Knopf, quien publicó un libro con sus letras. Simon fue entonces presentado por el ex poeta laureado de Estados Unidos Billy Collins, quien destacó que el músico es uno de los primeros compositores de rock que usó la palabra ‘‘poesía’’ en una canción (I Am a Rock) y nombró a poetas, como a Robert Frost y Emily Dickinson en el tema The Dangling Conversation.
Lectura de obras de dos poetas fallecidos este año
Paul Simon (Newark, Nueva Jersey, 13 de octubre de 1941), de 77 años, se mostró entre travieso y respondón. Escarmentó a Collins por recordar mal una discusión que tuvieron sobre literatura y reflexionó acerca del significado de los galardones cuando el planeta se está ‘‘desintegrando’’.
Dijo en broma que tendría que hacer espacio para su premio de la sociedad de poetas entre sus ‘‘repisas y repisas’’ de trofeos, junto al de ‘‘papá mejor vestido’’.
Aceptó el nuevo reconocimiento en tres partes: leyó obras de dos poetas que murieron este año, Les Murray y W.S. Merwin y charló brevemente en el escenario con Collins sobre literatura.
Paul Simon ya no hace giras y su voz sonó algo cansada al comienzo. Pero fue adquiriendo fuerza, y hasta bailó un poco, mientras entonaba favoritas como Me and Julio Down by the Schoolyard y The Boxer.
Pidió a la audiencia que lo acompañara en el coro de Lie-La-Lie, mientras un pequeño grupo acompañante agregaba toques de jazz y música cajún.