Domingo 16 de junio de 2019, p. 14
Las nuevas generaciones de hombres participan activamente en la paternidad. Se vive una transición del padre tradicional, autoritario y lejano, a uno que participa en el cuidado y bienestar de su familia, en la provisión económica, y que genera vínculos afectivos profundos con los hijos, afirmó Ena Eréndira Niño Calixto, de la Facultad de Sicología de la UNAM.
Estos cambios sociales y culturales en el ejercicio de la paternidad se originaron, en parte, por la incorporación de las mujeres al ámbito laboral, pues ya no están dedicadas de tiempo completo a los quehaceres de la casa, cubriendo las necesidades de los miembros de la familia.
Ahora la atención, cuidado, protección y afectividad hacia los hijos no sólo los ejercen las madres, sino algunos padres, que incluso ven en esta situación la oportunidad de plenitud y realización personal.
En el contexto del Día del Padre, que se conmemora este 16 de junio, Niño Calixto remarcó que las nuevas generaciones además de ejercer la paternidad biológica (como portadores de genes) o un ‘paternaje’ (cubrir las necesidades económicas sin involucrarse por completo en situaciones emocionales), practican el ‘paternizaje’, que implica intervenir en el proceso del embarazo, la crianza y educación de los hijos, a partir de la cercanía emocional, afectiva y física.
Así desarrollan una autoridad asentada en la confianza y el respeto, a diferencia de los padres tradicionales, que lo hacen con base en el temor que infunden.
Conocen los gustos de sus hijos, las alergias, sus actividades, las festividades de la escuela o las materias que no les gustan, aspectos antes del conocimiento exclusivo de la madre
, recalcó.
La universitaria detalló que es muy diferente el comportamiento de los niños educados en la cercanía del padre, pues modelan un comportamiento distinto al tradicional desde los primeros años de vida, como su sentido de pertenencia, sus habilidades, identidad, la forma en que se integran al vecindario, a la escuela u otros espacios.