El productor presenta exposición El tiempo de Alicia
Domingo 16 de junio de 2019, p. 6
Barrenando su retentiva sentimental, el productor cinematográfico Santiago García Galván reinterpreta visualmente la novela del inglés Lewis Carroll Alicia en el país de las maravillas, en su exposición fotográfica El tiempo de Alicia
A decir del autor, “el quehacer artístico que existe en Cuba es muy fuerte e imparable; representa todas las maravillas que tiene el país: la educación, el hecho de tener un pueblo que no está desesperado, poseer una isla con esa jovialidad, la manera de ser y mostrarse de los cubanos, que es sensacional. Esto es lo que El tiempo de Alicia pretende mostrar.”
En la entrevista que sostuvo con La Jornada, Santiago García Galván explica la génesis de este trabajo: “En los años recientes estaba viviendo en La Habana; trabajaba en una serie de proyectos, como Rápidos y furiosos 8; era un momento efervescente en Cuba, todas las miradas estaban dirigidas allá. En esos años sucedieron cosas que daban a entender que se estaba precipitando un cambio vertiginoso en la isla.
“La visitaron dos Papas, llegó la delegación del entonces presidente Barack Obama, estaban por presentarse los Rolling Stones, se filmaba Transformers 5, la firma Chanel organizó un desfile de modas en La Habana... paralelo a esto, Cuba siguió firme defendiendo su cultura y su maravilloso quehacer creativo; sus artistas siguieron generando obra.
Entonces, mi Alicia toca por encima el sentimiento de cambio que venía de afuera, pero centrándose en la enorme corriente y el caudal creativo que existe históricamente desde dentro.
García Galván agregó: “Como me dedico a contar historias, elegí una forma distinta para relatar lo que estaba viviendo. Hice una reminiscencia al cuento de Alicia en el país de las maravillas, porque además de los tintes de ensoñación que tiene Cuba están los que contagian su cultura, su arte, su música, la alegría de la gente…
Otro ángulo que abarcó nuestro entrevistado para conceptualizar la muestra fue la idea que se tiene de la isla: Desde la visión de un extranjero que ama a Cuba, desmitificar y cambiar la percepción más vulgar que existe en México de lo que es Cuba, fue ahondar en el tejido real que tiene La Habana
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En relación con la idea principal García Galván compartió: “Comencé a fotografiar por todos lados el conejo blanco con Alicia. Por casualidad y de manera menos planeada, traté de encontrarme con situaciones que tuvieran cierta similitud; lo hice durante dos años durante momentos cruciales y definitivos, como la llegada de Barack Obama a la presidencia. Tengo al conejo con las banderas de Cuba y Estados Unidos juntas o al conejo paseando con Alicia por La Habana cuando tocaron los Rolling Stones y cuando se estaba filmando Rápidos y furiosos”.
El artista precisa que las fotografías que describió arriba “no son el centro de las exposición, de las más de 200 que forman la exposición, tengo a Alicia y al conejo con dos de los personajes emblemáticos de La Habana vieja, y un bicitaxi para tratar de aterrizar y coloquializar la escena del cuento original donde las ostras terminan siendo devoradas, pero aquí La Habana es devorada por los ojos de los turistas.
“Otra de las imágenes es donde Jorge Perugorría y Rafael Pérez Alonso pintan unos murales en una panadería con Alicia; los actores representan a los personajes del cuento Tweedledum y Tweedledee”.
Para realizar este trabajo en Cuba, lo que descubrió García Galván fueron muchas cosas. Esta historia es producto de una reacción instantánea de vivir en La Habana, de algo que tenía que decir, que tenía que expresar; a partir de ahí descubrí muchas nostalgias viendo hacia atrás
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Cabe señalar que en 2015 Santiago García Galván inició este proyecto fotográfico El tiempo de Alicia y que ya vio la luz en 2017, cuando se expuso en la Casa Museo Benito Juárez, uno de los centros promotores más importantes de la cultura mexicana en Cuba.
El próximo 19 de junio a las 19:30 horas se presenta por primera vez en México, en la galería de arte contemporáneo Traeger & Pinto, ubicada en Colima 179, colonia Roma.