Domingo 16 de junio de 2019, p. a31
Pasadena. El Tri goleó en su debut en la Copa Oro 2019... Bueno, el rival fue Cuba, pero los mexicanos cumplieron con el pronóstico, pues el evidente desequilibrio era grosero. México ganó por 7-0 a un conjunto caribeño vulnerable en todos los sentidos, en una noche en la que pese al buen papel en la cancha, en las gradas regresó el grito homofóbico contra los despejes del portero contrincante en el estadio Rose Bowl de Pasadena, California. Fue una estupenda carta de presentación para el entrenador Gerardo Tata Martino al frente de la selección nacional.
Apenas 180 segundos tardó el Tri en marcar su primer gol. Sólo necesitaron tres toques para salir de la defensa y quedar en el área caribeña. Raúl Jiménez disparó cruzado, pero el balón pegó en el poste y salió. Uriel Antuna estaba ahí de forma oportuna y sólo necesitó empujar el rebote ante un defensa que vio con tristeza cómo la pelota pasaba ante sus pies y no pudo hacer nada.
Enseguida hubo otras oportunidades. Diego Reyes remató de cabeza y el tiro salió apenas desviado. Y Jiménez parecía que no estaba en su noche, porque todas la jugadas con sentido pasaban por sus botines: sacaba unos tiros o toques preciosistas, pero inexactos.
El Tricolor de pronto escogió la ruta de la paciencia. Ante un rival tan disminuido, no hacía falta un excesivo desgaste de energía. El duelo bajó la presión e incluso Cuba se dio la oportunidad de descubrir qué había más allá de la media cancha.
Al 31, Andrés Guardado filtró un pase exacto y Jiménez tomó su tiempo para acomodar el tiro, otear el horizonte y disparar al poste más alejado de su posición y conseguir el segundo de los mexicanos. Y sólo ocho minutos más tarde, un tiro de esquina derivó en el tercero del Tri. La pelota llegó a los pies de Jiménez, quien mandó al arco con la parte interna del botín, pero el portero cubano alcanzó a manotear y echarla fuera. Diego Reyes llegó oportuno para empujar el rechazo y enviarla al fondo de la cabaña. A punto de terminar el primer tiempo, Jiménez mandó un centro bien trazado para Roberto Alvarado, quien no pudo rematar ante la presión de un defensa. Pero Antunes volvió a aparecer para dejar el cuarto gol del Tri.
En la segunda parte no cambió el curso del juego. El quinto gol (al 65) de los tricolores fue tan fácil que pudo opacar el estado de gracia de Jiménez, porque el delantero del Wolverhampton se fue solo a placer por la derecha ante la concesión inexplicable de los cubanos. Llegó sin estrés, casi a medio gas, miró lo que quedaba para llegar al área y antes de pisarla decidió mandar un tiro que el portero ni amagó impedir.
Diez minutos más tarde, el costado derecho parecía un desierto y cualquier mexicano que se metiera amenazaba como forajido. Antuna recorrió todo el tramo sin sombra y cuando fue preciso envió un trazo horizontal para que Alexis Vega metiera el sexto gol. Dio el minuto 80 y Carlos Rodríguez quiso anotar el suyo. El disparo por el centro fue atajado de forma correcta por el portero cubano, quien tuvo que volar para evitar que entrara la pelota. El rebote quedó a disposición de Antuna, quien otra vez sin titubeos la mandó al fondo de la portería para entregar el séptimo tanto del Tri y el tercero de su cuenta.
En el otro duelo del grupo A, al que pertenece México, Canadá goleó 4-0 a Martinica.