París. El austriaco Dominic Thiem, número cuatro del tenis mundial y subcampeón del torneo el año pasado, sorprendió al número uno, el serbio Novak Djokovic, a quien derrotó en semifinales de Roland Garros en una batalla de cinco sets, por 6-2, 3-6, 7-5, 5-7 y 7-5.

Thiem será por tanto, por segundo año consecutivo en París, el rival del español Rafael Nadal, quien se había clasificado el viernes a la final con un triunfo de 6-3, 6-4 y 6-2 sobre su histórico rival, el suizo Roger Federer.

“Cada vez que alguien se clasifica aquí para la final tiene como rival a Rafa”, bromeó Thiem tras vencer a Djokovic. El año pasado tuve una gran experiencia jugando aquí. Espero poder hacerlo mejor este año, deseó el austriaco, que en 2018 perdió ante el considerado Rey de la arcilla por 6-4, 6-3 y 6-2.

Sin embargo, Thiem puede presumir de haber derrotado cuatro veces en arcilla a Nadal, la más reciente este año en las semifinales de Barcelona, aunque en el global de las confrontaciones el español domina por ocho victorias a cuatro.

Thiem y Djokovic empezaron su semifinal el viernes, pero la lluvia la interrumpió en dos ocasiones, la última cuando cada uno había ganado un set y en el tercero el austriaco estaba arriba 3-1.

El choque se reanudó ayer, con la continuación de ese tercer set, que Thiem terminó apuntándose por 7-5. Djokovic, contra las cuerdas, logró llevarse el cuarto también por 7-5 y forzar el quinto, en el que Thiem se distanció pronto gracias a un rompimiento y se puso con 4-1 provisional, momento en el que la lluvia llegó al rescate de Djokovic, obligando a detener el partido una hora y diez minutos.

El serbio tuvo esperanzas de remontada, se aproximó en el marcador, salvó dos bolas de partido, llegó a igualar 5-5, pero cuando había evitado una situación límite terminó sucumbiendo ante Thiem.

Barty, nueva monarca

Esta semifinal eclipsó en parte a las protagonistas de la final femenina, donde la australiana Ashleigh Barty arrolló 6-1 y 6-3 a la joven revelación checa de 19 años Marketa Vondrousova.

Barty, de 23 años y octava del mundo, subirá en la próxima lista al segundo lugar de la clasificación mundial WTA, acechando ya el trono de la japonesa Naomi Osaka, una de las decepciones de esta edición.