Una vez que se firman los contratos para la compra de medicinas transcurren tres meses, en promedio, antes de que los laboratorios farmacéuticos puedan atender las peticiones de productos. Eso y la forma de pago son los temas que preocupan a los fabricantes, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, que siguen esperando la publicación de las bases de la licitación de la primera compra consolidada que organiza la administración federal.

Apenas ayer, la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó las respuestas a las preguntas y comentarios que los laboratorios hicieron respecto de las prebases de la convocatoria publicada en los primeros días de mayo pasado.

Son miles de señalamientos, entre los que destacan la insistencia de las autoridades respecto de que los fabricantes deberán realizar las ofertas de sus productos, así como hacerse cargo de las entregas de los insumos en los lugares que determinen las instituciones compradoras. Eso implica prescindir de las empresas distribuidoras.

Trascendió que la semana pasada la Oficialía Mayor de Hacienda se reunió con algunos distribuidores y ayer por la tarde convocó a representantes de las cámaras de la industria farmacéutica nacional y trasnacional.

Es que, entre otros asuntos, sigue pendiente la forma en que el gobierno resolverá el asunto de la distribución de medicamentos y material de curación si, como se ha dicho, no se permitirá la participación de las empresas especializadas en esta área, sobre todo a las que manejan los mayores volúmenes de insumos de alta especialidad.

Empresas no pueden acudir a cobrar en cada lugar

Integrantes de las empresas puntualizaron que no tienen la capacidad ni la infraestructura para distribuir en todos los puntos geográficos que se requiera y tampoco para ir a cobrar en cada sitio.

Una posible solución sería que se establezcan ventanillas de pago en alguna institución como Nacional Financiera. La finalidad es que los laboratorios no tengan que ir de oficina en oficina a cobrar. Las tareas de cobranza las realizaban los distribuidores, incluso asumían costos por los retrasos de las instituciones para cubrir sus adeudos.

Hasta ahora, este tema no era motivo de preocupación para los fabricantes que dejaban a los distribuidores la responsabilidad de presentarse a las licitaciones, vender y entregar.

Mientras esto se resuelve, sigue latente el riesgo de desabasto de medicinas y material de curación, comentaron las fuentes consultadas, pues de acuerdo con los planes de Hacienda, los nuevos contratos estarán vigentes a partir del primero de julio. Sin embargo, por los tiempos que requieren los fabricantes para producir, simplemente ya no da tiempo, señalaron.

Algunos miembros de pequeñas y medianas empresas advirtieron que de persistir las condiciones referidas, este sector quedará excluido de la compra consolidada, por las nuevas responsabilidades que se pretende asignarles, las cuales se suman a las que ya tienen en materia regulatoria con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.