Se estima que en el mundo cada año mueren entre 6 y 7 millones de personas de manera prematura por la mala calidad del aire, y en México alrededor de 17 mil. Ante ello, en el contexto del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra este 5 de junio, con enfoque en la contaminación del aire, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo un llamado a actuar con contundencia para gravar la polución, dejar de subvencionar combustibles fósiles y no construir centrales de carbón.

El organismo internacional estima que 90 por ciento de la población mundial respira aire contaminado y las olas de calor mezcladas con condiciones de sequía pueden desencadenar incendios forestales intensos que causan altos niveles de contaminación atmosférica por la quema de bosques y productos químicos peligrosos, como las dioxinas de la quema de plásticos.

En los 15 países que tienen las mayores emisiones de gases de efecto invernadero, entre los que se encuentra México, se estima que los efectos de la contaminación atmosférica en la salud cuestan más de 4 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Por el contrario, las medidas para cumplir el compromiso de París de mantener el calentamiento por debajo de los 2 grados centígrados costarían alrededor de uno por ciento del PIB mundial, según la Organización Mundial de la Salud.

En ese contexto, el Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire (OCCA) exhortó a la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) a incluir en sus propuestas la implementación de las recomendaciones que le fueron entregadas el 21 de mayo para atacar, sobre todo, a las partículas PM2.5 y el ozono.

Reconoció que la Came, en el anuncio de ayer, incorporó parte de las propuestas que el OCCA ha demandado, pero insistió en que a todos los estados que forman parte de esta comisión (Puebla, Tlaxcala, estado de México, Hidalgo, Morelos y Ciudad de México) se les incorpore al Programa de Verificación Vehicular Obligatorio.

Asimismo, que se establezcan políticas de gestión de la demanda, como que el estacionamiento en la vía pública incluya la generación de recursos destinados a la inversión en movilidad sustentable y transformar la regulación de estos espacios dentro de edificaciones para sustituir los estándares que exigen números mínimos de cajones de vehículos por máximos, como se hizo en la Ciudad de México.

Pidió hacer pública una ruta de trabajo para la regulación del transporte de carga con fechas de implementación por la Came y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y establecer zonas de bajas emisiones con escalas y normas diferenciadas considerando la concentración de población vulnerable, como escuelas y hospitales.