Por hostigamiento laboral, prestaciones precarias y salario indigno, el equipo del Departamento de Asuntos Comunitarios (DAC) del consulado de Chicago presentó su renuncia, de acuerdo con una carta dirigida por los quejosos al director general del Servicio Exterior y Recursos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Moisés Poblano Silva.

Por medio del documento, los cinco ex integrantes de esta oficina presentaron una queja por lo que a nuestra percepción constituye una falta a nuestros derechos laborales, migratorios y humanos.

En particular, los ex empleados señalaron al ministro Miguel Antonio Cuesta Zarco y consejero Eduardo Niño Ávalos, cónsul encargado y cónsul de asuntos comunitarios, respectivamente, ambos miembros del Servicio Exterior Mexicano (SEM) en dicha representación.

Manifestaron haber sido empleados temporales contratados bajo la figura de prestadores de servicios profesionales independientes; afirman que fueron sujetos a extensas jornadas laborales y obligados a asistir a actividades fuera del horario laboral, entre otras irregularidades.

Alegaron haber sido designados al área de forma arbitraria sin recibir entrega formal ni capacitación alguna, hecho que dificulta el desempeño de las labores de manera adecuada en cualquier encomienda; para nosotros fue necesario recurrir a investigar y aprender de manera autodidacta.

En la carta reportaron ganar un sueldo de 2 mil 188.44 dólares al mes, salario que, según estándares del estado de Illinois, se encuentra muy cerca de la línea de la pobreza y por debajo de la misma de acuerdo al estándar de la ciudad.

Óscar Huerta, Mario Gastélum y Rodrigo Vences expresaron a La Jornada que esperan una respuesta por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Nuestro interés es seguir en la lucha hasta hacer que la situación de los empleados locales sea atendida de manera adecuada. Estamos buscando también la vía legal a través de especialistas en materia laboral en México y Estados Unidos, manifestaron en entrevista telefónica.

“También tenemos el interés de exigir que el trato a los connacionales y empleados sea adecuado y de calidad… Buscamos un reconocimiento económico de acuerdo con las funciones que realizábamos para los empleados que desarrollen nuestras funciones a futuro”.