Convocada en la coyuntura desatada por la renuncia de Germán Martínez al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el gabinete de salud sostuvo una reunión encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador con el propósito de analizar los problemas que enfrenta el sector. Ya con la presencia de Zoé Robledo, designado director del instituto, se revisó el suministro de medicamentos, la insuficiencia en la atención médica y el gasto de las dependencias.

Al encuentro acudieron el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa; la oficial mayor de la dependencia, Raquel Buenrrostro, así como los principales mandos del sector salud.

En la reunión escucharon las instrucciones y preocupaciones del Presidente asociadas a terminar con la corrupción, especialmente en la adquisición de medicamentos y asegurar el suministro.

En entrevista, el subsecretario de Salud, Hugo López, aseveró que en la revisión de los recursos, más que recortes se analizaron aspectos que tienen que ver con la eliminación de gastos superfluos e inerciales asociados a la corrupción, así como garantizar el financiamiento para la adquisición de los medicamentos que garanticen el abasto.

El titular del Instituto de Salud para el Bienestar, Juan Antonio Ferrer, anunció que como parte de las estrategias para abatir costos se fortalecerá el esquema de compras consolidadas y se incorporarán 22 estados a las adquisiciones que hace la Federación.

Entre los asistentes estaba Pedro Zenteno, ex director de Admnistración del IMSS, a quien Martínez descalificó y pidió su remoción, la cual obtuvo. En entrevista sobre esos diferendos, Zenteno señaló: Siempre estuvimos apegados a los lineamientos de Hacienda y a lo que marcaba la Ley Orgánica de la Administración Pública.

–¿Se dijo que usted adoptaba decisiones sin consultar a Martínez?

–No, sencillamente ejercía las atribuciones que me correspondían como administrador del IMSS. Estaba muy clara cuál era la función de cada uno de nosotros.

El director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Luis Antonio Ramírez, subrayó que una de las prioridades fijadas fue subsanar el suministro de medicamentos, al recordar que heredaron contratos. Aceptó que hay dificultades porque mucho del abasto de ahora tiene que ver con contratos firmados el año pasado y estamos buscando como garantizarlo.

–¿Han resentido las presiones por los recortes?

–No recibimos un Issste en jauja sino con con muchos problemas financieros, muchos pasivos que heredamos. Eso nos genera problemas financieros administrativos. No estamos exentos de problemas, pero estamos lidiando con ellos.

Al preguntarle si enfrenta problemas similares a los denunciadas por Martínez en el IMSS, Ramírez dijo que Hacienda forma parte de la junta directiva del Issste y está al tanto de los problemas y los pasivos institucionales, que ascienden a 20 mil millones de pesos.