Jueves 23 de mayo de 2019, p. 4
La cultura no es prioridad del gobierno actual, sostuvo ayer el actor Daniel Giménez Cacho. En el foro Análisis de las políticas públicas del gobierno federal 2018-2024, en la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que los recortes presupuestales al sector han mostrado cuáles son los temas importantes para la administración de Andrés Manuel López Obrador, y la cultura no está entre ellos.
La Secretaría de Cultura federal impulsa una política pública centrada en contrarrestar el centralismo y la exclusión, reconoció el artista en el encuentro efectuado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. ‘‘Guiados probablemente por la idea del Ejecutivo de que los pobres son primero, se han priorizado proyectos de cultura comunitaria, que buscan atender las zonas más afectadas por la desigualdad y la violencia”, dijo. La mayor parte del presupuesto del sector se destinó a esos fines, ‘‘dejando que el sistema general de cultura continúe trabajando por su sobrevivencia”.
El ámbito editorial, sin recortes: Taibo II
Ante profesores y estudiantes, Giménez Cacho añadió que los funcionarios federales ‘‘se volcaron con elogios para Alfonso Cuarón por su película Roma, mientras se recorta presupuesto a la escuela de cine y se niega apoyo a la academia de cine”.
No es fácil hallar definiciones claras sobre los proyectos de cultura comunitaria impulsados por el gobierno federal, dijo. ‘‘En la página oficial de la secretaría se plantean ideas y buenas intenciones, sin que se puedan apreciar mecanismos de largo plazo, ejes rectores específicos y proyecciones”.
Advirtió que el diálogo y la participación ciudadana para las políticas públicas culturales no están contemplados eficazmente por el gobierno. ‘‘No existen consejos ciudadanos eficaces que incidan en el diseño y ejecución de las políticas públicas, ni en la asignación de recursos; no existe rendición de cuentas efectiva ni criterios claros para la designación de funcionarios. El amiguismo, y no la capacidad, sigue imperando”.
En su opinión, aún hace falta una ley de cultura que tenga armonía con la Constitución y leyes que garanticen el ejercicio pleno de los derechos culturales.
Sostuvo que se requiere un nuevo modelo de políticas públicas que considere a la cultura un eje transversal del desarrollo, ‘‘como la condición básica para que la vida sea sustentable, para mejorar la democracia y buscar la libertad”.
En la misma mesa, el escritor Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica, afirmó que en el caso de esa editorial y de las políticas públicas culturales relacionadas con los libros no ha habido recortes presupuestales.