os aficionados a la Liga Mx Femenil han vivido en el engaño. Se sabía desde el 5 de diciembre de 2016, cuando la Federación Mexicana de Futbol (FMF) anunció el arranque del torneo de mujeres, que las futbolistas no tendrían las mismas condiciones laborales que sus pares varones. Sin embargo, resultaba difícil imaginar la situación deplorable en que las mantienen cuatro certámenes después. La más grave: ellas no firman contratos.

Mientras la FMF se beneficia con la venta de los derechos de transmisión a la televisora Fox Sports, que pasa los partidos de local de los equipos femeniles Pachuca, León, Santos, Xolos, Chivas y Monterrey hasta 2023, las futbolistas aceptan firmar convenios administrativos de ayuda económica. Sin un contrato formal de por medio, la federación evade el pago de impuestos y cualquier responsabilidad con las jugadoras.

La Federación nada ha hecho por aclarar la idea generalizada y errónea de que es una liga profesional, como se dedujo, toda vez que excluyó a organizaciones amateur con amplia experiencia en el balompié de féminas, y exigió a los 18 equipos del máximo circuito implementar una plantilla y disponer de canchas con tribunas para la celebración de entrenamientos y partidos.

Wikipedia se refiere a la Liga Mx como la principal liga de futbol profesional para mujeres en México. Sin embargo, en días pasados trascendió que rumbo a la Olimpiada Nacional y Nacional Juvenil 2019 –que en los dos años pasados no incluyó al balompié femenil–, el selectivo del estado de México Sub-17 protestó porque su par de Hidalgo incluyó a varias jugadoras de Tuzas del Pachuca.

El plantel hidalguense, en su afán de defensa, hizo la gran revelación: dijo que ellas juegan bajo meros acuerdos. Los datos continuaron fluyendo en ese sentido. La inmensa mayoría se rige por convenios. La Liga Mx arrancó con ley mordaza, pues las jugadoras y árbitras tienen prohibido hablar acerca de sus precarias condiciones. Todas tienen miedo de ser marginadas y dejar de practicar el deporte que aman.

Luego de cuatro torneos es evidente que las chicas han mejorado mucho en su desempeño físico y táctico. Queda claro que el público gusta de este deporte, pero está limitado por la programación de encuentros en viernes y lunes por la noche. Ya que solamente hay cinco o seis equipos competitivos, con Tigres a la cabeza, ¿qué necesidad había de exigir a cada club una plantilla, si varios no tienen ni para pagar a los varones?

Ya sin contingencia ambiental que los ponga en aprietos, este lunes habrá asamblea de dueños del máximo circuito en la que los temas prioritarios son aquellos que tengan que ver con su supervivencia económica, fechas dobles que les concedan un resquicio en el calendario para realizar partidos moleros en Estados Unidos y ganar algunos dólares, el caso Fidel Kuri-Veracruz y, sin duda, alistarán la bienvenida al Atlético San Luis.

Algo está podrido en el Tri que dejó de ser atractivo para los jugadores. Cual más rechaza vestir la playera verde. Tal parece que Gerardo Tata Martino alista a la selección B para la Copa Oro que se inicia a mediados de junio, pero el equipo A, el que habría ido a la Copa América, prefiere romper filas con Héctor Herrera, Carlos Vela, Javier Chicharito Hernández y Jesús Tecatito Corona a la cabeza.

A Diego Alonso le queda grande el banquillo de los Rayados. Hizo un planteamiento timorato ante un André-Pierre Gignac disminuido y Nahuel Guzmán en plan estelar; desperdició mucho tiempo y después no encontró la fórmula para trascender. Reaccionó tarde y los felinos sacaron a relucir un costal de mañas para consumir el reloj. Pese a que reconoció el fracaso en el Torneo Clausura 2019, la directiva del Monterrey ya se parece a la de Cruz Azul y se conforma con poco.

Ricardo Ferretti llega a otra final fiel a su estilo, con un juego deslucido, pero eficaz. La legión felina está decidida a emular al equipo femenil y brindar el cetro como homenaje a Osvaldo Batocletti, el tigre más tigre fallecido el viernes por la noche.

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