Lunes 20 de mayo de 2019, p. 9
A las 10 de la mañana de ayer se abrieron las puertas para apreciar la muestra Apariencia desnuda: el deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, en el Museo Jumex, donde de manera paulatina se fue incrementando la fila de visitantes de la singular obra conceptual de quienes son considerados hoy día dos de los artistas más influyentes del siglo XX.
Cientos de personas de todas las edades ingresaban a la exposición en bloques de 30 y 40; para las 15 horas el tiempo de espera ya era de un poco más de una hora.
La presencia de Koons en el país ocurre después de que una de sus icónicas piezas, Rabbit, se vendió en más de 91 millones de dólares en una subasta de la casa Christie’s, de Nueva York, venta que fue calificada como récord para un artista vivo.
Con la curaduría de Massimiliano Gioni, Apariencia desnuda... se propone reflexionar en torno a lo que se entiende como obra de arte, el consumo, las mercancías y la relación del creador con la sociedad y el mercado del arte.
En la muestra, de acuerdo con la curaduría, a pesar de los años que separan los respectivos universos creativos de ambos artistas, éstos cuestionan la función de los bienes de consumo y desarrollan una particular filosofía sobre el deseo y el gusto, y proponen nuevas formas de pensar el arte y el yo
.
Cointeligencia de contrarios
La exposición, más que sugerir una filiación directa, propone resonancias conceptuales
, lo que Duchamp denominaba la cointeligencia de contrarios
.
En un recorrido por la exhibición, la cual está articulada en cinco bloques temáticos, distribuidos en tres salas, una por piso, el visitante podrá apreciar algunos de los llamados ready-mades (objetos cotidianos presentados como obras de arte) de Marcel Duchamp, que, en su momento, a principios del siglo XX, establecieron una nueva ontología del arte y transformaron radicalmente lo que significa ser artista y cómo se define el arte
.
De ese primer impulso y propuestas creativas se desprende la obra de Jeff Koons, se apunta en la introducción a la exposición. Desde los años 70, Koons ha observado un mundo de deseo y consumo, así como de los objetos producidos en masa. Ha creado su propia filosofía, en la cual la culpa y el placer coexisten con los sueños de la movilidad social y emancipación de clase
.
Al colocar la obra de Koons y la de Duchamp literalmente una al lado de la otra, la exposición funciona como reflejo, como un espejo en el que se amplifican las similitudes y las diferencias conceptuales entre ambos artistas
.
Entre las similitudes, uno de los aspectos del trabajo de ambos, primordial en sus obras, es el tema del eros, explica la propuesta curatorial. “Duchamp creía que el eros era ‘la base de todo’. En sus obras y escritos exploró el poder del eros en sus múltiples formas, mediante el estudio de la mecánica, la anatomía y la visión, así como en el serio regocijo que producen los dobles sentidos visuales y lingüísticos”.
En tanto, el erotismo y la sexualidad también bullen bajo la superficie de la obra de Koons
, aunque en algunas piezas que se exhiben en la muestra, ese erotismo y sexualidad es explícitamente expuesta, apartado en el que se recomienda a los padres de familia que asisten con sus hijos pequeños cierta discreción.
Según la curaduría, el objetivo de esas obras es alentar al espectador a aceptar todas sus necesidades y deseos por muy carnales o comunes que sean
.
Cuidadoso con el mensaje
El sábado pasado, como parte de su visita a México, Jeff Koons mantuvo una amena conversación pública de poco más de una hora con el curador Massimiliano Gioni.
La charla marcó la inauguración de Apariencia desnuda: el deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, en el Museo Jumex.
No tengo otro interés que mi trabajo artístico; por eso hago lo mejor que puedo. Mi objetivo es siempre ser muy cuidadoso con lo que busco comunicar y dar a entender
, dijo el creador.
Ésta fue el colofón a una serie de charlas en las que los especialistas Calvin Tomkins, Francis Naumann, Linda Yablonksy, Jeffrey Deitch, María Minera y Julieta González discutieron desde distintos ángulos las posibles conexiones que unen a los artistas que protagonizan la citada muestra.
A pregunta expresa de su entrevistador, Koons contó que nació el 21 de enero de 1955 en York, Pensilvania, que su nombre verdadero es Jeffrey y su apellido paterno es Lynn; su madre decidió ponerle así por un famoso actor en aquella época de esa localidad estadunidense. Nunca me ha gustado Jeffrey, así que decidí abreviarlo, aunque no de manera oficial
, agregó.
Habló de su primera infancia en un suburbio de York, de cómo su primer registro artístico se remonta a los cuatro años, cuando pintó un dibujo en jardín de niños.
Inquirido y alentado por Gioni, Koons se refirió a su acercamiento a la obra de Marcel Duchamp, lo cual hizo durante sus estudios de arte. Aunque si un tema lo detuvo fue la figura de Salvador Dalí, a quien consideró uno de sus primeros héroes artísticos.
El estadunidense, según relató, se acercó a la obra del catalán desde edad muy temprana. Esto fue posible gracias a que el primer libro de arte que le obsequió su madre en una Navidad fue un volumen ilustrado de la obra de Dalí.
Más adelante, cuando tenía 18 años y era estudiante de arte, conoció en persona al genio surrealista durante una estancia que éste hizo en el hotel St. Regis, en Nueva York.
Koons relató que, sin más que su entusiasmo, llamó a dicho hotel y solicitó ser comunicado con el artista español, quien no sólo le tomó la llamada, sino que lo invitó a acompañarlo a la galería donde presentaba una exposición.
Apariencia desnuda: el deseo y el objeto en la obra de Marcel Duchamp y Jeff Koons, en el Museo Jumex de la Ciudad de México, permanecerá abierta hasta el 29 de septiembre.