El convenio logrado entre México, Estados Unidos y Canadá para que Washington levantara los gravámenes al aluminio y el acero abre la puerta para la ratificación del T-MEC, manifestó el subsecretario para América del Norte de la cancillería mexicana, Jesús Seade Kuri.

En una teleconferencia de prensa desde Washington, Seade Kuri explicó que si bien son dos temas formalmente desligados, el gobierno de México confía en que ese arreglo, satisfactorio y fuerte para las tres naciones, tendrá un impacto favorable en la dinámica del T-MEC.

Jesús Seade explicó que las dificultades que ha enfrentado la relación entre Estados Unidos y China ayudaron a ponderar la importancia de un bloque comercial norteamericano.

Asimismo, aspira a que el acuerdo que remplazará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte será ratificado en Estados Unidos antes del verano.

Lo anterior, toda vez que comenzará el receso legislativo y sus tiempos parlamentarios son más duros, por lo cual es poco común que se organicen periodos extraordinarios para revisar un tema. De aprobarse después, añadió, el momento electoral que vivirá Estados Unidos politizaría el proceso.

Detalló que con el acuerdo se eliminaron los aranceles al aluminio y acero mexicanos enteritos. México, por tanto, adoptó un compromiso de adoptar medidas para evitar la triangulación de esos productos que provengan de otros países. Puede ser China, puede ser Corea, declaró.

Seade Kuri espera que el excelente espíritu logrado en materia de conversaciones se extienda al tema de los aranceles impuesto por Estados Unidos al tomate mexicano.

Indicó, sin embargo, que las negociaciones sobre ese producto no son del gobierno, sino de la administración estadunidense con los agricultores mexicanos.

Advirtió, no obstante, que a los productores les están imponiendo compromisos verdaderamente leoninos, radicales, terribles e inaceptables.

Seade aseguró que el anuncio del levantamiento de los aranceles al aluminio y el acero se iba a hacer de manera simultánea por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su homólogo estadunidense, Donald Trump, echando mano de la tecnología.

Sin embargo, un retraso del mandatario estadunidense en la hora inicialmente pactada y la falta de una buena señal por López Obrador, quien ayer viajó a Chiapas, truncaron el plan.

Estuvimos todos dando vueltas, maromas para atrás. Todo lo que pudimos, pero no se pudo resolver el problema. Claro, para el presidente López Obrador es mucho más importante el trabajo que está haciendo que el anuncio, que es un anuncio bonito, pero lo importante es que ya estaba resuelto el problema del acero, enfatizó Seade.