La producción industrial se contrajo 2.6 por ciento en marzo pasado y retrocedió al nivel más bajo en cinco años, de acuerdo con información divulgada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El resultado de la industria mexicana se debió principalmente a la caída de la minería, afectada por la menor producción de petróleo, y la construcción, con retrocesos de 6.7 y 5.8 por ciento, respectivamente, aunque los sectores de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y gas, así como manufactura, tampoco reportaron grandes crecimientos, con avances de 0.5 y 0.7 por ciento cada uno.

A pesar de que en febrero anterior el desempeño fue positivo en el comparativo mensual, los resultados de la actividad industrial en marzo pasado no fueron buenos, pues la industria se contrajo 1.3 por ciento en términos reales, según cifras desestacionalizadas para hacer los periodos comparables. (El año pasado la Semana Santa fue en marzo y en 2019 en abril).

Lo anterior se debió a la contracción de los componentes de la construcción, la minería y la electricidad, que observaron caídas mensuales de 3.4, 1.7 y 1.5 por ciento, respectivamente.

En contraste, el sector manufacturero fue el único con cifras positivas al reportar un ligero crecimiento mensual de 0.3 por ciento.

Desafío para el resto del año

Analistas de Citibanamex indicaron que la debilidad en marzo confirma el final de un rebote de corta duración. Indicaron: Después de un breve respiro, las cifras de producción industrial para marzo sugieren desafíos para este sector durante el resto del año.

Comentaron que la principal preocupación es que el repunte en la construcción durante enero podría ser temporal y fue validado por los resultados de febrero y marzo, ya que el nivel desestacionalizado del último mes alcanzó un mínimo de cuatro años.

Estimaron que la producción de petróleo continuará en niveles bajos, mientras el impulso proporcionado por el sector manufacturero de Estados Unidos probablemente se desacelerará.

Por el lado de la demanda interna, la desaceleración del consumo privado, una postura fiscal restrictiva y una inversión débil tampoco son un buen augurio para las perspectivas de producción industrial. Ante ello, mantuvieron la tasa de crecimiento estimada para la producción industrial para este año en 1.1 por ciento, pero con riesgos a la baja.

José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, manifestó en su cuenta de Twitter que es la sexta caída consecutiva del sector, por lo que la tendencia y el ciclo anuncian la continuidad de los malos resultados. Una recesión en el sector, dijo en esa red social.

En entrevista, Francisco Cervantes Díaz, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales, declaró que la caída en el sector obedece a diversos factores, tanto externos como domésticos, a los que se agregan los decrecimientos que viene sufriendo desde hace tiempo.

Agregó que la industria busca que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dé incentivos, más no privilegios, al sector productivo a través de políticas públicas, pues es el motor de la economía, ya que se necesita reforzar más la confianza.