Organizaciones civiles, agencias de Naciones Unidas, investigadores y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) se pronunciaron ayer en favor de un etiquetado de alimentos y bebidas que sea comprensible para las personas y que, de manera efectiva, les ayude en la selección de los productos que contienen menos niveles de azúcares añadidos, grasas y sal.

Ayer, en conferencia organizada por la Alianza por la Salud Alimentaria, se informó que se prevé que este miércoles se discuta en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) un proyecto de sentencia que avala el etiquetado vigente en el país, a pesar de que contraviene las recomendaciones internacionales en la materia y no toma en cuenta la investigación del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el cual demostró que los mensajes de las etiquetas son incomprensibles incluso para estudiantes de nutrición.

El investigador Abelardo Ávila, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, señaló que el proyecto de sentencia elaborado por la ministra Yasmín Esquivel Mossa tiene notorias y graves deficiencias técnicas para justificar el sistema de Guía diaria de alimentación (GDA), que no distingue entre azúcares libres o añadidos a los productos respecto de los que de manera natural se encuentran en frutas, verduras y lácteos.

Incluso, el documento señala que los impactos en la salud de ambos tipos de azúcares son similares. También afirma que el sistema GDA es entendible y útil.

En tanto, los representantes en México de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS), la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtieron que el proyecto de Esquivel Mossa hace afirmaciones erróneas sobre las recomendaciones de estos organismos que procuran desincentivar el consumo de azúcares libres, pues no son necesarios para el consumo humano y, sobre todo, no se ha demostrado un riesgo por parte de los azúcares naturales o intrínsecos de productos naturales o sin procesar.

Por separado, el DIF reiteró su compromiso de impulsar políticas que garanticen la adecuada alimentación de las familias, para revertir el grave problema de sobrepeso y obesidad que afecta a buena parte de la población.