Sábado 27 de abril de 2019, p. 35
La Secretaría de Salud destacó que el ruido es considerado uno de los contaminantes más agresivos. Además constituye un problema medioambiental y social que afecta la calidad de vida y salud de la población, causa trastornos físicos, pérdida de audición y desequilibrios sicológicos.
Por ello, alertó a la población sobre el peligro que representa y recomendó implementar medidas preventivas para reducirlo en el ambiente, entre ellos disminuir el volumen de reproductores de audio, televisiones y equipos de música; utilizar protecciones adecuadas o mantener a distancia los altavoces en conciertos y discotecas.
En un comunicado, la dependencia federal detalló que la exposición prolongada al ruido provoca efectos negativos a la salud como disminución de la capacidad auditiva o sordera, trastornos psicológicos como paranoia, irritabilidad, estrés, mal humor, alteraciones en el rendimiento intelectual.
Subrayó que la pérdida auditiva conlleva consecuencias que afectan la vida cotidiana debido a que dificulta las relaciones sociales, disminuye el rendimiento académico y laboral, limita las oportunidades de trabajo, provoca sentimiento de aislamiento, soledad y depresión.
En el caso de los jóvenes, experimentar este tipo de trastorno de forma temprana, advierte, les afecta en la comunicación con los demás, el desarrollo cognitivo, el desarrollo socioemocional, los resultados académicos o las oportunidades laborales.
La contaminación acústica es un fenómeno que va en aumento sobre todo en las ciudades con alto nivel de industrialización o densamente pobladas y es causa de problemas fisiológicos como pérdida de la audición, hipertensión arterial, dolor de cabeza, taquicardia, fatiga, aceleración cardiaca, trastornos del sueño, molestias digestivas, disminución del apetito sexual, enfermedades cardiovasculares e infartos cerebrales.