La urgencia puede llevar a errores, señalaron Greenpeace y Cemda
Sábado 27 de abril de 2019, p. 6
A fin de evitar que se interpongan recursos legales, se afecte el medio ambiente y se generen dudas sobre el proyecto, la manifestación de impacto ambiental (MIA) del nuevo aeropuerto internacional en Santa Lucía debe tomar el tiempo considerado en la legislación en la materia, coincidieron por separado el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y Greenpeace México.
Exhortaron al gobierno a no apresurarse, porque por la rapidez con que se quiere actuar pueden cometerse errores que finalmente retrasarían el proyecto. La MIA fue recibida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el 15 de abril, y el gobierno aseguró ayer que la nueva terminal aérea será iniciada en junio próximo.
Gustavo Alanís, director general del Cemda, explicó en entrevista que la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, considera plazos que van hasta 180 días hábiles (unos nueve meses), si la Semarnat solicita mayor información al promotor del proyecto, la Secretaría de la Defensa Nacional. Apuntó que entendemos que hay prisa y tiene que empezar rápido, pero esa celeridad se puede convertir en su peor enemigo, porque por querer hacer las cosas rápidas, se pueden violar procedimientos o dejar de hacer algún tipo de evaluación o ser omiso
. Esta situación daría elementos a vecinos, comunidades y ambientalistas que consideren que no se hizo una adecuada evaluación de la MIA a accionar legalmente
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Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de Greenpeace México, sostuvo que la Semarnat se tiene que tomar el tiempo necesario para evaluar bien la MIA, conforme a la ley, y no apresurarse. Entendemos que la administración de Andrés Manuel (López Obrador) quiere dar resultados rápidos, pero creo que se tiene que ser más cauteloso en cómo hacer las cosas
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Apuntó que desde el punto de vista político nadie espera que se resuelvan de un día para otro las cosas. Se debe salir de este modo de campaña y entrar al de la administración, en el que se requiere que las cosas se hagan bien para que permanezcan en el tiempo
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Alanís explicó que en 25 años del Cemda sí han sido testigos de autorizaciones de MIA que salen rápido, pero en proyectos de menores dimensiones y menor complejidad
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Añadió que es “una obra fundamental que tiene que tener un plan de restauración ecológica, un programa de rescate de flora y fauna, que diga cómo van a monitorear el tema de las aves, cómo se manejará el tema de los cuerpos de agua, el uso sustentable de agua, establecer un plan de manejo de residuos, cómo se abordará el asunto de los gases de efecto invernadero, del ruido y la conservación de suelos”.