Ginebra. Para el Comité contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas (CAT, por sus siglas en inglés) el Estado mexicano debe reconocer públicamente que ese flagelo es un problema generalizado en el país.

Por ello, los expertos independientes que conforman el CAT confían en que durante la evaluación de México ante esa instancia, que se celebrará este jueves y viernes en esta ciudad en el contexto del 66 periodo de sesiones del comité, la delegación del gobierno mexicano admita esta problemática, la necesidad de reparar a las víctimas de este delito, asuma un compromiso para combatir la impunidad y genere condiciones para que los agraviados puedan confiar en las instituciones.

En la víspera de que México sea evaluado por séptima ocasión por el CAT, representantes de organizaciones civiles mexicanas se reunieron a puerta cerrada con ocho de los diez miembros de ese comité para evidenciar la situación de la tortura en el país y las consecuencias de ese delito.

Asistentes al encuentro informaron que durante el diálogo, los expertos del CAT manifestaron su preocupación por la incidencia de tortura en grupos vulnerables como indígenas, migrantes y mujeres; la incorrecta aplicación del Protocolo de Estambul; la necesidad de que el Poder Judicial excluya las confesiones obtenidas mediante la tortura; el papel de los jueces en este tema; y la falta de cifras oficiales al respecto, las actuales son contradictorias e insuficientes.

A la vez, los expertos alertaron sobre los riesgos de que este delito se siga presentando por la operación de la Guardia Nacional, el arraigo o como parte de los crímenes contra defensores de derechos humanos. Todo ello será planteado durante la comparecencia de los funcionarios mexicanos este jueves y viernes.

La reunión se prolongó por 105 minutos

En la reunión de una hora y 45 minutos que se celebró en el Palacio Wilson de Ginebra, que es la sede de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, los integrantes del CAT escucharon tres casos de tortura en México.

A la vez, Pau Pérez, médico perito internacional independiente sobre el Protocolo de Estambul, reveló que en México es constante que ante las denuncias de actos de tortura, las pruebas aplicadas por las autoridades mexicanas no sólo son inconsistentes y están plagadas de errores técnicos, sino que tienen la intencionalidad de encubrir el delito de tortura. Por lo que si los mismos funcionarios que han incurrido en esta irregularidad se mantienen en la hoy Fiscalía General de la República, no habrá cambios sustanciales.