De prisa y corre anda Paola Longoria para cumplir con sus compromisos en Colombia, México y Estados Unidos; de vuelo en vuelo y ganando campeonatos o como bien lo precisa la raquetbolista, recuperando, el de Barranquilla, el domingo pasado, y este fin de semana lo hará en San Antonio, Texas, en la Batalla del Álamo.

Ganar de nuevo el Campeonato Panamericano en Colombia fue un verdadero suplicio para la mexicana bajo un intenso calor y haber jugado uno de los torneos más demandantes de su larga trayectoria: en 10 días jugó 15 partidos en singles y dobles sin perder ninguno desde la primera etapa en los siete grupos.

Esta vez Paola no estaba como número uno, sino tercera sembrada, porque la posición de honor la tenía la campeona nacional potosina Monserrat Mejía y el segundo lugar la estadunidense Rhonda Rajsich, dos veces campeona del certamen con la que había perdido Longoria en las finales, aunque ahora tuvo de rival a la argentina María José Vargas, a la que venció dos veces, en el inicio de la fase eliminatoria y en la disputa por el título.

A unas horas de llegar a la Ciudad de México para el control antidopaje con la selección femenil y varonil que competirá en los Juegos Panamericanos de Lima, y la terapia en el hombro derecho, la número uno del mundo estaba más que contenta: iba por dos medallas de oro y regresé con ellas.

La mujer más ganadora del tour profesional por nueve temporadas y máxima medallista de su deporte en justas panamericanas con seis doradas en singles, dobles y por equipos, promete cerrar con todo la temporada, porque la decisión que tomó a principios de año han dado frutos con los resultados.

Los ajustes que hizo en su grupo multidisciplinario fueron los correctos, comenta a su llegada al aeropuerto de Monterrey. “Creo que valió la pena cambiar al preparador físico y el nutriólogo. Ahora me siento súper rápida, más fuerte y sin grasa. Eso me fortaleció, además de trabajar mentalmente.

“Paramos unos días por la microlesión del hombro derecho, por eso no fui al Grand Slam de Bolivia y esperé recuperarme (con rehabilitación) para estar en Barranquilla. Todo salió perfecto con mi entrenadora Frank Davis y soy campeona de nuevo”, expresa.

Este jueves partirá a San Antonio en la reanudación del Tour Profesional Femenil de Raquetbol, donde hace un año perdió con otra mexicana, Samantha Salas, su compañera en dobles, y quiere recuperar la corona, para cerrar la siguiente semana en la defensa de su título en Nueva York y otro de invitación en su natal San Luis Potosí.