Las tareas de patrullaje y seguridad al margen de las estructuras legales del gobierno federal de Estados Unidos constituyen un riesgo para los derechos humanos y la seguridad de los migrantes y solicitantes de asilo en el vecino país del norte, alertó la Secretaría de Relaciones Exteriores.

La oficina a cargo del canciller Marcelo Ebrard Casaubón externó preocupación ante las actividades de intimidación y extorsión a migrantes por grupos de milicias en la frontera de Nuevo México.

A inicios de la semana en curso, un grupo de ciudadanos estadunidenses de extrema derecha autodenominado Patriotas Constitucionales Unidos (United Constitutional Patriots) subió en redes sociales videos en los que se les ve deteniendo a personas que buscaban asilo para entregarlas a la Patrulla Fronteriza.

El hecho fue denunciado por la Unión Estadunidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).

La ACLU aclaró que este grupo no es integrado por policías ni tiene autoridad de la ley federal o de Nuevo México para detener o arrestar a migrantes en Estados Unidos. Consideró que sus acciones socavan los esfuerzos legítimos de las fuerzas de seguridad estatales para mantener a las familias a salvo y erosionan la confianza de la comunidad.

La cancillería expuso que las prácticas de intimidación de grupos de milicias en la zona fronteriza de Nuevo México pueden conducir al atropello de los derechos humanos de quienes migran o solicitan asilo o refugio en Estados Unidos. Para México, las tareas de patrullaje y seguridad al margen de las estructuras legales del gobierno federal de ese país constituyen asimismo un riesgo para la seguridad humana de los migrantes, indicó la SRE.