Francia despliega 60 mil policías
Domingo 21 de abril de 2019, p. 19
París. Con gran enojo por las millonarias donaciones para la reconstrucción de la catedral de Notre Dame, que se incendió el lunes pasado, y la falta de recursos para ayudas sociales destinadas a los ciudadanos que tienen dificultades para llegar a fin de mes, miles de chalecos amarillos protestaron en varias ciudades de Francia por vigésimo tercer sábado consecutivo, especialmente en esta capital, donde hubo enfrentamientos entre manifestantes y policías, además de múltiples quemas.
La manifestación en París empezó con calma, con las tradicionales reivindicaciones a favor de un alza del poder adquisitivo y democracia directa, pero los elementos de seguridad dispersaron a los inconformes con disparos de granadas aturdidoras, gas lacrimógeno y las polémicas pelotas de acero recubiertas de goma en el gran bulevar del centro de la ciudad, entre las plazas de la Bastilla y de la República, por la supuesta presencia de grupos violentos
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Un grupo de manifestantes encapuchados respondieron con enfrentamientos cuerpo a cuerpo, lanzaron piedras, bengalas y bombas molotov, e incendiaron automóviles, motos y barricadas en distintos puntos de la urbe. Los bomberos de París apagaban múltiples incendios pequeños pero impresionantes. El olor a gas lacrimógeno, mezclado con humo negro, hacía difícil respirar.
A media jornada se detuvieron a 227 personas en París y practicado más de 20 mil 500 controles preventivos, reportó la policía en un comunicado.
El Ministerio del Interior informó de 27 mil 900 manifestantes en en todo el país, de los cuales 9 mil corresponden a París. El sábado anterior hubo 31 mil 100 manifestantes, 5 mil de ellos en la capital. Los chalecos amarillos aseguran que las cifras son mucho más elevadas.
Desde el pasado viernes las autoridades lanzaron un segundo ultimátum de seguridad al anticipar los disturbios de esta jornada. El ministro del Interior, Christophe Castaner, informó sobre el despliegue de 60 mil policías y gendarmes en todo el país. Además, este sábado, la policía emplazó a los chalecos amarillos a diferenciarse claramente de los grupos violentos
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El primer ultimátum a los chalecos amarillos fue el pasado 16 de marzo, cuando se produjeron importantes disturbios principalmente en la región de los Campos Elíseos, donde se saqueó y quemó el histórico restaurante Fouquet. Desde entonces las autoridades han prohibido parcialmente las marchas, pero la ola amarilla ha mantenido el nivel de movilización.
En las ciudades de Lyon, Burdeos o Toulouse se registraron manifestaciones, pese a que el gobierno las prohibió.
El incendio en Notre Dame, que destruyó el techo y la torre, estuvo presente en esta jornada. La mayoría de los manifestantes están entristecidos por el incendio sufrido por el monumento nacional, pero muchos están furiosos por las donaciones de mil millones de euros para la reconstrucción del recinto hechas por magnates, quienes piden al gobierno la deducción de impuestos, mientras sus demandas sociales siguen sin respuesta.
Es una estrategia del gobierno para vendernos mejor su programa electoral, que acabamos de denunciar durante la manifestación
, comentó Jérôme Rodrigues, uno de los líderes del movimiento.
El presidente Emmanuel Macron explicará su programa de gobierno el próximo jueves para solucionar parte de las demandas de austeridad que solicita la ola amarilla, El mandatario retrasó el anuncio, programado para el pasado lunes, a causa del incendio en la catedral de Notre Dame.