Domingo 21 de abril de 2019, p. 15
Para contrarrestar la caída que enfrenta la industria, el gobierno de México debe aplicar un programa contingente en el que la inversión productiva sea su eje. De lo contrario, se corre el riesgo de que en el primer año de la actual administración el crecimiento del sector sea bajo, consideró el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Un análisis de ese centro indica que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene razón al señalar –como hizo en su conferencia matutina del pasado día 11– que el crecimiento económico debe ser el objetivo del gobierno, pues de otra forma no se podrá revertir la precarización social, laboral y productiva que se ha observado desde 1982, cuando la crisis y el estancamiento se volvieron parte estructural de la historia económica del país
.
Recordó que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que en febrero pasado la actividad industrial descendió 0.9 por ciento respecto del mismo mes de 2018, lo cual representa la cuarta caída consecutiva.
Indicó que con dichos resultados, en los primeros tres meses de la actual administración, la industria promedia un retroceso de 1.5 por ciento, el segundo más bajo desde 1995
, cuando era presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
Si bien para marzo se espera que el Inegi reporte una cifra más favorable por efectos estacionales, apuntó, para el cuarto mes del año podría volver a retroceder.
El IDIC, a cargo de José Luis de la Cruz, destacó: Es evidente que la ausencia de una política industrial sigue cobrando una elevada factura a México y con ello al crecimiento
, por lo que para modificar ese comportamiento es necesario que el gobierno implemente un programa contingente que tenga a la inversión productiva como su elemento central
.
Consideró que de no adoptar medidas sobre la política industrial, se corre el riesgo de que las cifras en el sector sean bajas en el primer año del sexenio y se coloque como uno de los menores desempeños para un inicio de gobierno.
Es necesario, dijo, que se siga el precepto señalado por el Ejecutivo: Obsesión por el crecimiento económico
, pero la cuestión es saber quién se encargará de hacerlo posible, sobre todo en momentos en que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han reducido su pronóstico de crecimiento para el país (1.6 y 1.7 por ciento, respectivamente), mientras la Secretaría Hacienda prevé 1.6, con un rango de entre 1.1 y 2.1.
Ello resalta aún más tomando en cuenta que en enero pasado se reportó un crecimiento del consumo privado de 2.2 por ciento, lo cual significa menor dinamismo en el mercado interno, pues la tendencia es débil, aseveró.