La caída, mientras hubo facilidades fiscales a empresas
Viernes 19 de abril de 2019, p. 16
La escasez de medicamentos en los principales sistemas públicos de salud ocurre en el contexto de una reducción anual constante en los presupuestos para la compra de medicinas desde 2015, según revelan cifras oficiales. A la par, el monto de los créditos fiscales, que son una forma de reducir o deducir algunos impuestos futuros, aumentó 21 por ciento en un año.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el presupuesto destinado a medicamentos ha sufrido recortes en los pasados cuatro años. En 2019 se destinará a la compra de medicinas 79 mil 417 millones de pesos, lo que significa un recorte en términos reales de mil 316 millones de pesos o 1.6 por ciento con respecto de los 80 mil 734 millones aprobados en 2018 y una reducción de 10 mil 796 millones de pesos, 11.9 por ciento menos, respecto al monto ejercido en 2015, cuando alcanzó 90 mil 213 millones de pesos.
Por otra parte, durante 2018 los créditos fiscales ascendieron a 747 mil 177.4 millones de pesos, cifra superior en 160 mil 592.8 millones respecto a la registrada en el ejercicio fiscal de 2017 y más de ocho veces a la destinada en este año a la compra de medicinas.
La evolución del gasto público en medicamentos a partir de 2015 muestra una caída constante. En 2015 se destinaron a este concepto 90 mil 213 millones de pesos, en 2016 bajó a 83 mil 184 millones, en 2017 se redujo a 80 mil 852 millones, en 2018 descendió a 80 mil 734 millones y en 2019 se fijó en 79 mil 417 millones de pesos.
En contraste, durante 2018 los créditos fiscales ascendieron a 747 mil 177.4 millones de pesos, cifra superior en 160 mil 592.8 millones de pesos a la registrada en el ejercicio fiscal de 2017, lo que significó un incremento a valor real de 21.4 por ciento.
Por tipo de contribuyente, los créditos destinados a las personas morales absorbieron 592 mil 687.3 millones de pesos, que representa 79.3 por ciento del monto total, y resultó superior en 138 mil 145 millones de pesos al registrado un año atrás, es decir, observó un aumento real de 24.3 por ciento.
Las personas físicas recibieron el 20.7 por ciento restante de los créditos, proporción equivalente a 154 mil 490.1 millones de pesos, los cuales se distribuyeron de la siguiente manera: personas físicas sin actividad empresarial, 13.6 por ciento, cuyo importe ascendió a 101 mil 860.8 millones (superior en 15.5 por ciento real, comparado con igual periodo de 2017), y las personas físicas con actividad empresarial, 7.1 por ciento, equivalente a 52 mil 629.3 millones de pesos, monto que creció 4.6 por ciento en términos reales.
La caída en el monto destinado a la adquisición de medicinas se presenta en un contexto en el que se estima que la población afiliada a los principales sistemas públicos de salud: IMSS, Issste, Seguro Popular, IMSS Prospera, Pemex, Sedena y Semar se incrementó 9 por ciento, equivalente a 15 millones 851 mil 597 personas, entre 2012 y 2016, de acuerdo con los más recientes informes del Instituto Nacional de Geografía y Estadística.
El Issste es el subsistema que destina mayor porcentaje de su presupuesto a la compra de medicamentos, con 25 por ciento; el IMSS destina 19 por ciento; Pemex, 17 por ciento, IMSS-Prospera, 16; la Secretaría de Salud (Ssa), 6, y el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud de los Estados, uno por ciento.
En opinión del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, las eficiencias administrativas que planea el actual gobierno federal, que incluyen la compra consolidada de medicamentos, el combate a la corrupción y la reducción de la subutilización de infraestructura, entre otras, son medidas necesarias con riesgo de ser insuficientes
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