Al margen de la contaminación atmosférica, cientos de capitalinos y turistas confluyeron en el Centro Histórico, quienes desde ayer por la mañana aprovecharon el cierre parcial del circuito del Zócalo al tránsito vehicular para pasear o hacer sus labores cotidianas.

Entre ellos estuvo el señor Gilberto y su esposa, quienes llegaron de Aguascalientes para conocer la ex residencia oficial de Los Pinos, o Laura de la Cruz, quien desde hace 15 años barre las calles del primer cuadro de la ciudad sin que pueda salir de vacaciones en esta temporada, ni en ninguna otra.

Sentado en una de las sillas, con mesa y sombrilla, dispuestas sobre la avenida 20 de Noviembre y como telón de fondo la Catedral Metropolitana, don Gilberto consideró que no hay mejor fecha para disfrutar de la capital del país que en Semana Santa. “Nosotros huimos de la feria y acá sale mucha gente.

Estamos hospedados en un hotel de Paseo de la Reforma, viera que hermoso se ve, es una chulada. Decidimos quedarmos cerca del centro porque es hermoso caminar sus calles, pero mañana tenemos cita en Los Pinos y nos queda a unos pasos, expresó.

Con su uniforme amarillo y rosa, otra realidad vive Laura, que sonriente y de buen humor respondió que para ella no ha habido vacaciones. “Cada año tengo ocho días, pero me quedo en su pobre casa, cuando mucho voy a visitar a la familia en Toluca. En mis 40 y tantos años nada más conozco las playas por la tele. Y ahí he visto cosas bellas”, expresó.

No obstante, no le hace mala cara a su destino: La verdad, aquí en la calle me siento relajada y en Semana Santa conozco mucha gente, entre franceses, chinos e italianos que se toman fotos conmigo. No sé si les gusta el uniforme o el carrito, comentó.

Otros, como la señora Herlinda Rangel y sus hijos, sólo fueron de compras. Aprovechamos que en estos días hay menos ruido y menos tráfico, porque no acostumbramos a salir de la ciudad en estas fechas, señaló.

Por la calle Madero llegan oleadas de paseantes que se desbordan hacia la Plaza de la Constitución. Algunos caminan por los portales y otros, los más osados, por la plancha de concreto bajo el agobiante sol y sus rayos ultravioleta, que inútilmente tratan de evitar bajo la estrecha sombra que ofrece el mástil de la bandera.

Ayer el gobierno de la ciudad decidió cerrar a la circulación vehicular la cuadra más próxima al Zócalo del lado sur durante el periodo vacacional, así como facilitar el cruce peatonal de las calles Madero y 5 de Mayo.