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La escritora Silvia Molina exhibe al público su ‘‘pequeño mundo’’ de juguetes mexicanos

Unas 200 piezas articulan la exposición montada en el Seminario de Cultura Mexicana // Esos objetos lúdicos dicen mucho del lugar donde fueron creados por artesanos del país, considera

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▲ El juguete mexicano es sinónimo de ingenio y creatividad, sostiene Silvia Molina en entrevista con La Jornada. En la imagen, la directora del Seminario de Cultura Mexicana, junto con algunos juguetes de su acervo personal, que se exhiben todo abril en la galería 26 de esa institución. Foto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Martes 16 de abril de 2019, p. 6

El juguete mexicano es sinónimo de ingenio y creatividad, sostiene la escritora Silvia Molina, quien desde su niñez se aficionó a coleccionar singulares objetos lúdicos creados por artesanos del país.

Marionetas, autos de madera, carruseles, trenes, muñecas, los clásicos trompos y baleros, calacas, voladores de Papantla, lanchas de latón, yoyos, sobre todo, miniaturas cargadas de recuerdos de infancia forman el acervo de la narradora de más de mil piezas.

Una selección de esos objetos con los que también jugaron sus hijas y han hecho las delicias de sus nietos articula la exposición Mi pequeño mundo: juguetes mexicanos, mon-tada en la galería 526 del Seminario de Cultura Mexicana, instancia presidida por Molina.

Chintetes, objetos con manivela y canicas

Alrededor de 200 juguetes reflejan también las costumbres de los pueblos, sobre todo en los de Día de Muertos: calaveritas, demonios, ángeles y ataúdes de dulce.

‘‘Los juguetes dicen mucho del lugar en el que fueron hechos, al mirar las materias primas, por ejemplo los textiles, o el colorido en las ruedas de la fortuna”, explica la ganadora del Premio Xavier Villaurrutia en 1977 en entrevista con La Jornada.

Esos objetos, continúa, poseen ‘‘el encanto de que vas descubriendo cositas en ellos. Algunos tienen una pequeña ingeniería para moverse, muchas veces con simples ligas o como las lanchitas de latón, con cera y una mecha, para que se muevan al encenderla, mediante calor. Son mecanismos muy sencillos, pero encantadores que no sólo gustan a los niños, sino a los adultos. Lo importante es que son hechos a mano; entonces cada pieza es única y aunque muchas se parezcan tienen el toque de la mano del artesano’’.

Juguetes con manivela, boxeadores de madera, conocidos como chintetes, y las tradicionales canicas, “que se han dejado de jugar, están presentes en la exposición en la que hay un área para que los visitantes jueguen con algunos de ellos, y también regalaremos a los niños algunas miniaturas.

‘‘Los juguetes mexicanos expresan la cultura de su región, ayudan a aprender geografía al conocer de qué estado vienen, se aprendehistoria, pues por lo general eljuego lo que hace es reproducirla vida real. Por ejemplo, en lascasitas de muñecas está la vidacotidiana”, comparte la autora y coleccionista.

La muestra se presenta todo abril en el Seminario de Cultura Mexicana; estuvo en el Centro Nacional de las Artes como parte del programa de promoción cultural infantil Alas y Raíces y se montó en instalaciones del Metro de la Ciudad de México. La galería 526 (Masaryk 526, Polanco) abre de martes a domingo de 11 a 19 horas; entrada gratuita.