Licitaciones de medicamentos
l gran problema de México es la corrupción, no el tamaño de las empresas. Por eso resulta incomprensible que en algunos sectores se quiera castigar a las grandes firmas y no a las que cometen actos ilegales.
El próximo 10 de junio se conocerá el resultado de la primera licitación de este gobierno relacionada con la compra de medicamentos y se señala que Raquel Buenrostro, oficial mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, quien coordinará las grandes compras y licitaciones gubernamentales, tiene instrucciones de limitar la participación de las grandes empresas, con el objetivo de que se diversifique la proveeduría de bienes y servicios.
De ser así, se cometerá un error, pues para que la distribución de medicamentos funcione se necesitan empresas robustas, con el transporte suficiente y la logística adecuada para llegar a más de 5 mil lugares de manera oportuna los 365 días del año.
Para la próxima licitación se conformaron 15 grupos, nueve locales y seis internacionales. En caso de que la licitación la gane alguno de estos últimos, se presentarán dos problemas graves: el primero es que los distribuidores extranjeros no tienen infraestructura en el país para la distribución y, el segundo, que los medicamentos deben ser avalados por la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios, con el objetivo de que realmente cumplan su función. No todos los medicamentos extranjeros cumplen con este requisito.
En los países donde funciona mejor la distribución de medicamentos, hay una sana competencia entre un número pequeño de participantes. En Alemania, por ejemplo, seis empresas controlan todo el mercado, en Francia cuatro tienen 97 por ciento del mismo y en Estados Unidos tres concentran 90 por ciento de la distribución.
El objetivo en dichos países es evitar desabasto y cumplir con la entrega al mejor precio y con la mejor calidad. Ese también debe ser el objetivo en México, y ello se logra transparentando las subastas públicas y dejando en manos de los mejores la distribución.
En caso de que se privilegie a pequeñas empresas o a grupos extranjeros en ese negocio, se corre el riesgo de que no cumplan a tiempo y se genere un cuello de botella en la entrega de los medicamentos en las zonas más necesitadas.