Los Cojolites y Tribu, entre las bandas que tocaron el sábado
Lunes 25 de marzo de 2019, p. a11
Papantla, Ver., En Cumbre Tajín, tras una ceremonia y cantos sagrados que realizan los indígenas a sus deidades, se abrió el camino a las expresiones artísticas que nutren el Festival de la Identidad, cuyo eclecticismo destacó la noche del sábado con Los Cojolites, Tribu y la banda de rock Molotov. Esta es nuestra cultura, ¡raza!
, se escuchó cuando varios danzantes, vigorosos, tomaron el escenario principal.
El multicultural programa sabatino, que incluyó a Little Jesus y División Minúscula, hizo para los miles de asistentes, en su mayoría jóvenes, una fiesta permanente. No había espacio en los alrededores del Nicho de la Música, como son las áreas verdes, senderos y hamacas. Las personas improvisaron tapetes para, sentados o recostados, escuchar hasta pasada la media noche al explosivo Molotov. Las cervezas y la comida corrieron de mano en mano. Algunos cayeron en brazos de Morfeo, sin quererlo.
Micky Huidobro, Tito Fuentes, Randy Ebright y Paco Ayala provocaron con su rock una especie de electroshock que hizo vibrar los cuerpos del público que los esperó desde muy temprano en el Parque Takilhsukut. Gimme The Power, Frijolero y Amateur fueron las canciones más ansiadas. Aunque la euforia llegó con Puto, rola catártica.
La explosión de Molotov atrajo a sus seguidores desde varios puntos de Veracruz, incluso fue una jornada de mayor afluencia, en lo que va del festival, porque los días anteriores habían transcurrido con tranquilidad.
Era la una de la madrugada y el público quería escuchar más de la eléctrica e irreverente música de Molotov, pero la banda ya no regresó al escenario ni con rechiflas ni con el ya acostumbrado ¡uleeeerooo! Enseguida, a través de las bocinas, se escucharon las canciones de otra agrupación, lo cual indignó a un grupo de amigos. Chale, ¿música de Enjambre luego de Molotov? ¡No puede ser!
Inconforme, siguió la fiesta rumbo a la salida del Parque Temático.
Varios estilos y géneros cerraron la fiesta ayer
La edición 20 de la Cumbre Tajín cerró la noche de este domingo con otra combinación de estilos y géneros como Té con Té, Patricio Hidalgo y el Afrojarocho, Susana Harp, Mono Blanco & Pancho Amat y su cabildo del Son, así como el trovador cubano Pablo Milanés, a quien sucedieron en el Nicho de la Música Havana Rakatan & Suylen Milanés y Tesis de Menta.
En tanto, en el corazón del Totonacapan, los maestros e indígenas se preparaban para cerrar otra edición del festival, para lo cual dedicaron rituales nuevamente a la Madre Tierra y a sus divinidades. Para ello recurren a ofrendas, cantos, rezos y danzas. Así agradecen los beneficios y la protección que se había pedido para quienes asisten y participan
en Cumbre Tajín.
De hecho, siempre que empezamos cualquier actividad en el festival nos dirigimos a la Casa del Abuelo Fuego, donde está prendida esa luz, con la cual se ha pedido protección para los cinco días que dura la Cumbre. El fuego permanece encendido y al terminar el festival, lo apagamos, pero guardamos los horcones y la ceniza para utilizarlos el próximo año
, señaló una de las maestras indígenas que conforma, junto con otros 10 especialistas, la primera Casa Escuela de Medicina Tradicional, ya formal, que se acaba de abrir con cerca de 20 alumnos, en el Centro de las Artes Indígenas en el Parque Takilhsukut.
El modelo educativo para la creación de esta escuela de saberes totonacas se trabajó de manera conjunta entre especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Centro de las Artes Indígenas del Totonacapan veracruzano.