Washington. Los emisarios designados por el líder opositor venezolano, Juan Guaidó, lograron acceso este lunes a tres sedes diplomáticas en Estados Unidos, en lo que el gobierno del presidente Nicolás Maduro calificó de ocupación fozosa e ilegal que viola las obligaciones internacionales del país del norte.

Carlos Vecchio, embajador de Venezuela en Estados Unidos nombrado por Guaidó, asumió el control en Washington de las agregadurías de defensa y naval.

Gustavo Marcano, ministro consejero de Vecchio, hizo lo mismo con el consulado de Venezuela en Nueva York, donde se reportaron protestas de partidarios chavistas.

Vecchio y su equipo aún no han logrado ingresar a la embajada multilateral en Washington ni la misión de Venezuela en la Organización de las Naciones Unidas.

Progresivamente iremos asumiendo los activos de la nación. Estamos cumpliendo los procedimientos legales, declaró Vecchio.

En Washington, la embajada venezolana permanece casi vacía desde que Maduro retiró al personal diplomático el mes pasado; el edificio alberga también a la misión ante la Organización de los Estados Americanos, cuyo personal es leal a Maduro.

La misión de Venezuela ante la ONU es ocupada aún por Samuel Moncada, también leal a Maduro.

En Caracas, el canciller Jorge Arreaza denunció la ocupación forzosa e ilegal de algunas de sus sedes diplomáticas en Estados Unidos. Éstas, dijo la cancillería, sólo pueden ser utilizadas por agentes diplomáticos oficiales que representen al gobierno de Maduro, y exigió a las autoridades estadunidenses que cumplan con sus obligaciones y tomen las medidas necesarias para revertir de manera inmediata dicha ocupación.

Caracas advirtió que si Washington persiste en el incumplimiento de sus obligaciones internacionales, se reserva las decisiones y acciones legales y recíprocas correspondientes en territorio venezolano.

Tras el reconocimiento de Estados Unidos a Guaidó como presidente encargado, Maduro rompió relaciones y ordenó el regreso de todo su personal diplomático. El Departamento de Estado también retiró parte del personal en Caracas. Desde 2010 ambos países están sin embajador.

Panamá se sumó a otros países latinoamericanos que acreditaron embajadores enviados por Guaidó y recibió las cartas credenciales de Fabiola Zavarce.

En tanto, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, rechazó amenazas de muerte lanzadas por el general retirado estadunidense Anthony Tata contra el presidente Maduro. Apología del crimen y amenaza de asesinato político en medios públicos contra el líder de un país soberano. Inaceptable declaración de un general de Estados Unidos, tuiteó el gobernante.

En declaraciones a la cadena Fox News, el general Tata afirmó que Washington tiene la capacidad de ingresar a territorio (de Venezuela) y hacer lo que tenemos que hacer para remover a Maduro. Obviamente, la mejor manera de hacerlo es mediante la diplomacia, pero debe percatarse de que una bala en su frente puede ser su manera de salir de Venezuela.

Agregó que Estados Unidos debe aplicar la experiencia de la invasión a Haití en 1994, en la que se utilizó una estrategia militar aérea que demoró apenas unos minutos.

La cadena CNN ha estado divulgando un reportaje que prueba que un grupo de desertores del ejército venezolano estuvo tras el ataque con drones para asesinar a Maduro el pasado 4 de agosto durante un desfile militar.

El organizador del atentado, que pidió no revelar su nombre en entrevista para el canal, aseguró que el ataque fue preparado en una hacienda alquilada en el campo colombiano, pero que el gobierno de ese país no estuvo involucrado. También dijo que sostuvo reuniones con funcionarios estadunidenses tres veces luego del ataque.

Desde Washington, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, advirtió: Venezuela no puede seguir así. Deben ser liberados (los pobladores) y obviamente creemos que contamos con el apoyo de Estados Unidos para lograr ese objetivo.

A su vez, la alta representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Federica Mogherini, reconoció su frustración por la ausencia de movimiento en Venezuela, pero subrayó que el grupo de contacto es la única iniciativa que da algo de esperanza.

En tanto, Carlos Rotondaro, general del ejército venezolano sancionado por Estados Unidos, huyó este lunes a Colombia. El militar fue cuestionado por el manejo de un programa estatal de medicinas que administra el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, organismo que presidió durante 10 años.