En el proceso educativo de Japón se aprende que los ciudadanos son parte de una sociedad igualitaria, lo que, a decir de Yukio Okamoto, ex asesor especial del primer ministro Shinzo Abe, promueve que ese país sea de los más pacíficos.

Si bien este modelo es difícil de replicar en otras naciones cuyos índices delictivos son altos, como México, valdría la pena hacer un debate entre los encargados de hacer cumplir la ley, sociólogos o sicólogos y otros especialistas para identificar soluciones pacíficas, agregó.

En entrevista, Okamoto dijo prever que a países con altos niveles de criminalidad les llevará mucho tiempo, quizá 10 años, solucionar este problema. Sin embargo, se podría comenzar con la educación, y por supuesto, la distribución del ingreso tendría que cambiar para que se estreche la discrepancia entre “quienes tienen y quienes no.

Cuando hay brechas en los ingresos, sociales hay discrepancia de la felicidad; el grupo desafortunado apuntará a otros como fuente de ingreso o de robo, afirmó.

En Japón, agrega, existe un estricto control de pandillas, tal vez uno de los más estrictos. Además, debido a lo homogéneo de la sociedad, todos piensan que son parte de una gran familia.

Valores compartidos

Sobre la relación bilateral con México, declaró: Estamos en un estado excelente. Expresó que ambos países comparten valores sobre democracia, libertad, estado de derecho y derechos humanos básicos, así como la necesidad de asistir a naciones más pobres.

A ocho años de que un gran terremoto y tsunami azotaron Japón, recordó el envío de un equipo de rescate: Los japoneses están muy agradecidos por lo que hicieron los mexicanos; nunca lo olvidaremos.

Agregó que su país y México tienen una situación similar en desastres naturales, por lo que es factible intercambiar experiencias y trabajar sobre la prevención, no sólo de forma bilateral, sino compartir ayuda con otros estados afectados.

Por otro lado, dijo que ambas naciones son líderes regionales del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y que tienen una visión común de que el libre mercado debe continuar; como el TPP está en construcción, podrían tener un mecanismo permanente de concertación para operarlo.

En relación con las preocupaciones que los empresarios japoneses tenían sobre las negociaciones para un nuevo tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (debido a una probable disminución de ventajas que tienen las compañías japonesas en México), Okamoto afirmó que están tranquilos con el T-MEC, pues los marcos básicos del Tratado de Libre Comercio para América del Norte permanecen.