Guadalajara, Jal., Con una fuerte descarga y su incuestionable historia, el documental Disparos rafagueó a los asistentes de la sala 5 de la Cineteca del 34 Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), para conmoverlos hasta el llanto.

Las lágrimas brotaron en varios puntos del inmueble conforme avanzaba la historia de Yahir Cabrera y su profesor Jesús Villaseca, colaborador y fotógrafo de La Jornada, en ese orden.

Rodrigo Hernández, quien junto con Elpida Nikou dirigió el documental, mencionó en la charla con el público al concluir el estreno “Filmar Disparos tiene una parte maravillosa porque conocimos a familias como la de Yahir y la de Villaseca. Adentrarse en Iztapalapa es triste; queríamos hacer una película un poco más esperanzadora, como contar más la historia del taller que da a los chavos más oportunidades en un contexto con muchas adversidades”.

Para continuar con el hilo de la charla, Nikou mencionó: “Un aprendizaje para nosotros fue darnos cuenta de que en lugares como Iztapalapa, donde hay muy pocas posibilidades para los jóvenes, con muy poquito –como un taller de fotografía– se les puede abrir el horizonte y cambiar sus vidas”.

Rodrigo Hernández retomó la palabra para aclarar que “de Iztapalapa nos hemos llevado lo mejor y lo peor, por eso queríamos centrarnos no sólo en la violencia y la pobreza, sino también en la parte de cómo entre las familias se ayudan, cómo son unidos; las ferias, las fiestas… todo eso es Iztapalapa, pero también es olvido y violencia, falta de oportunidades. Lo bueno de eso que a pesar de todas esas adversidades siguen brotando oportunidades para los chicos, como las del taller de fotografía” que imparte Jesús Villaseca.

Nikou: “Conocía México, pero otros estados y otras ciudades; enfrentarme a la urbe, al barrio de Iztapalapa fue totalmente distinto. Cuando alguien dice que es de Iztapalapa, todos dicen: ‘uy’, pero al acercarse uno se ve que son gente común y corriente que lucha por sobrevivir”.

Hay mucha esperanza

Jesús Villaseca llegó a la presentación del documental, donde se le preguntó si había esperanza para los jóvenes de Ciudad de México: Creo que hay mucha esperanza, la historia de Yahir es símbolo de muchos jóvenes, no sólo de Iztapalapa, sino de todo el mundo, que a través de la imagen buscan salir adelante. En el taller de fotografía que imparto en El Faro de Oriente hay 60 jóvenes en los medios de comunicación; los egresados de mi taller están ganando premios, están demostrando la calidad de su trabajo.

Villaseca explicó la metáfora de disparar con una cámara o un arma de fuego, y dijo que en esta realidad de violencia en México, la cultura se tiene que inclinar más hacia los jóvenes que a los cárteles: Eso le digo a mis talleristas: hay que hacer miles y miles de disparos, pero con la cámara.

Al final, Teresa Zacarías del Instituto Mexicano de Cinematografía, dijo: Este documental lo tiene que ver Andrés Manuel López Obrador; es importantísimo que se entere de estas cosas.

Hoy y el próximo jueves Disparos tendrá proyecciones en el FICG, en la segunda se espera la presencia de Yahir Cabrera.