Guillermo García Alcocer, presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), se dijo preocupado porque se estén usando las instituciones del gobierno con fines políticos, y pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador una audiencia para resolver el cruce de declaraciones por un presunto conflicto de interés al frente del órgano autónomo.

En conferencia de prensa calificó de falsos los señalamientos que el Poder Ejecutivo hizo en su conferencia matutina por conducto de la Secretaría de la Función Pública y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, dependencias que anunciaron una investigación por presunto conflicto de interés y mapeo de flujo de capitales de los allegados a García Alcocer, pues podrían estar involucradas en lavado de dinero y defraudación fiscal.

Quiero manifestar mi preocupación porque se estén utilizando las instituciones de gobierno con fines políticos, dado que los señalamientos en mi contra se iniciaron a partir de que se hicieron públicas mis observaciones sobre el perfil de las ternas de candidatos a los comisionados de la CRE, expresó.

En la reunión con los medios, que no duró más de 15 minutos, reiteró que la empresa Vestas, que se dedica a la construcción de equipos para energía eólica y en la que trabaja su cuñado Mario Barreiro, no está sujeta a la regulación de la CRE.

También en la conferencia matutina se dijo que Barreiro es representante legal de tres empresas que se dedican a la extracción de petróleo crudo y otros hidrocarburos. Una de ellas es subsidiaria de una petrolera estadunidense que opera el bloque Soledad, ubicado en Veracruz. A ello, Alcocer respondió: Ese bloque, al cual se refirieron en la conferencia de prensa, fue licitado y adjudicado por Petróleos Mexicanos en 2013. En mi calidad de funcionario de la Secretaría de Energía no tuve injerencia alguna en el proceso licitatorio.

En lo que respecta a la empresa Santa Fe Natural Gas, filial de Fermaca y que preside Santiago García Castellanos, primo de su esposa, dijo que ni siquiera votó el permiso de comercialización de gas natural en territorio nacional, que se otorgó en septiembre de 2016 y que se puso en la mesa en Palacio Nacional, porque estaba el precedente de un posible conflicto de interés.

El presidente de la CRE rechazó solicitar permiso para separarse del cargo para enfrentar las acusaciones de favorecer a sus parientes al frente del órgano. Aclaró que sólo el Senado tendría facultades para removerlo si considera que ha habido una conducta grave de su parte.

Nosotros no hemos incumplido con la ley (...) Tenemos 22 mil permisionarios en la CRE, no hay uno solo que esté en este momento levantando la voz, añadió.

Por último, envió un mensaje al presidente López Obrador: Los órganos autónomos no somos enemigos de su proyecto de nación.