protegea policías y militares
Sábado 5 de enero de 2019, p. 18
Brasilia. El presidente de Brasil, el neofascista Jair Bolsonaro, instó este viernes a los poderes Legislativo y Judicial de su gobierno a que se apruebe rápidamente un proyecto de ley para proteger a los funcionarios de seguridad y medidas para abrir la competencia en el sector bancario.
El líder de extrema derecha advirtió en un tuit que los altos niveles de violencia sólo bajarán si se aprueban leyes que eximan a policías y militares de ser procesados cuando estén en servicio activo.
Los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial tienen que adoptar este compromiso con urgencia
, escribió.
Durante la campaña electoral, Bolsonaro dijo que quería dar tranquilidad a policías y soldados para que puedan realizar operaciones a menudo violentas, al tiempo que abogó por ampliar el acceso a las armas para que la gente pueda defenderse.
Los críticos argumentan que este tipo de medidas solo aumentarán la violencia en las calles y empeorarán el registro de asesinatos en Brasil, que llegó a casi 64 mil personas en 2017, un máximo histórico.
Desde que asumió la presidencia el martes, Bolsonaro ha aprobado decretos para abrir la economía brasileña, acabar con las violentas bandas de narcotraficantes y rediseñar la política exterior del país.
El gobierno brasileño envió el viernes 300 elementos federales para frenar una ola de ataques de bandas criminales en el estado de Ceará (noreste), que dejó al menos un muerto, en la primera semana en funciones del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro.
Los incidentes se produjeron después del anuncio de medidas de endurecimiento del control de las cárceles, desde las cuales operan jefes de varias organizaciones de narcotraficantes.
Una persona murió y dos resultaron heridas en un enfrentamiento con la policía cuando trataban de destruir un radar de control vial en la localidad de Eusebio, a 25 kilómetros de Fortaleza, la capital de este empobrecido y violento estado, informó la estatal Agencia Brasil.
El gobierno local indicó que 45 personas fueron detenidas en dos noches de incidentes en 19 municipios, la mayoría en la región metropolitana de Fortaleza. Los atacantes incendiaron una veintena de autobuses, prendieron fuego a gasolineras, balearon agencias bancarias, además de vandalizar edificios e instalaciones públicas.
En una de las acciones de mayor impacto, destruyeron parcialmente un viaducto en la localidad de Caucaia, 20 kilómetros al oeste de Fortaleza, haciendo detonar explosivos en la base de uno de sus pilares centrales.
En las operaciones policiales se decomisaron artefactos explosivos, botellas incendiarias y bidones de combustible.
Los comercios de la región permanecieron cerrados o bajaron sus cortinas a horas tempranas. Fotos de medios locales mostraron amontonamientos de basura en ciudades donde los servicios de recolección están suspendidos desde los primeros ataques.