Sábado 5 de enero de 2019, p. 7
Reconocido a escala internacional como cineasta provocador, el argentino Gaspar Noé no se fía en los premios o las críticas para saber si una película es buena o no, pues a su juicio, a veces las que obtienen los reconocimientos no son precisamente las mejores.
En entrevista, a propósito del estreno de su película Clímax, previsto para el 18 de enero, el realizador dijo que los premios y galardones cinematográficos sólo sirven para hacer ruido y captar la atención internacional.
Yo estoy en Francia y cada parto lo tengo en Cannes, el festival más famoso del mundo, así que en cualquier sección que te presentes estará la prensa internacional, y eso hace que haya mucho más ruido
, comentó el también director de la controversial película Love.
Sobre Clímax (que ya también se exhibió en el Festival Internacional de Cine de Morelia en 2018), dijo que ha sido bien recibida y reconocida, pero lo que más le ha llamado la atención, agregó, es que a los jóvenes les encanta, y que quienes ya han tenido malas experiencias les trae malos recuerdos.
Historia sobre un colapso sicodélico
En la cinta se muestra el viaje que vive un grupo de jóvenes bailarines al beber sangría adulterada con LSD. Se trata de un colapso sicodélico colectivo que sumerge al espectador en una atmósfera violenta, en el que la rivalidad es uno de los elementos que queda al descubierto.
De acuerdo con el también guionista, es una película divertida y con humor negro. Es un musical que luego se convierte en una película de terror sicológico. Tiene varias referencias: de Roman Polanski y Luis Buñuel, entre otros, y muestra cómo el mundo se está descomponiendo
.
La película, que estará en la cartelera mexicana a mediados de enero, está protagonizada por bailarines no profesionales y filmada en formato documental para que el espectador se adentre en la historia.
Tras su exhibición en Cannes ha tenido estrenos en diversas partes del mundo, incluido Morelia, donde algunos jóvenes se salieron de la sala por el impacto que les provocan las imágenes.
El cineasta aseguró que se trata de ofrecer al espectador una montaña rusa de emociones y que cada uno la recibirá conforme a su experiencia, por lo que lo importante es que la vean.
Antes, Noé fue censurado en Irán y Rusia, donde prohibieron la exhibición de Love, lo que hizo que varias personas la descargaran de manera ilegal por Internet.
En ese tenor, expuso que aunque prefiere que las películas se vean en pantallas grandes, lo importante es que se vean donde sea.
Lo que uno quiere como director es que la película sea vista por la mayor cantidad de gente en el mundo y en la mejores condiciones, y aunque a veces la televisión y Internet no son los mejores sistemas para difundir una obra, lo importante es que se vean
, enfatizó el nominado a los Premios Lumiere, que se entregarán el 4 de febrero.