Domingo 30 de diciembre de 2018, p. 17
Caracas. El gobierno venezolano ordenó la ocupación de las instalaciones de Goodyear, luego de que el 10 de diciembre el fabricante de neumáticos estadunidense cesara operaciones en el país, según una resolución del Ministerio de Trabajo.
Aduciendo la violación de los derechos laborales
de los mil 160 empleados, el ministerio resolvió la ocupación inmediata de la entidad de trabajo Goodyear de Venezuela
, señala el texto publicado en la gaceta oficial.
La planta de la compañía en la zona industrial de Valencia, estado Carabobo (norte), ya había sido intervenida por las autoridades un día después del cierre.
En la resolución, el ministerio también ordenó el reinicio de actividades y, alegando que la empresa fue abandonada por sus representantes, dispuso la conformación de una junta administradora especial
con delegados del personal y del sindicato del sector.
En una comunicación colgada en la entrada de la fábrica, Goodyear informó que había sido forzada a cesar sus operaciones
, lo que el gobierno denunció como un acto de sabotaje y boicot
, y solicitó a la fiscalía investigar penalmente a los representantes de la firma.
La compañía aseguró haber cumplido con el pago de salarios y beneficios laborales, además de disponer de un monto "adicional extraordinario" y de 10 llantas para cada trabajador.
El gobierno enmarcó la decisión de Goodyear en una escalada de ataques
contra un plan económico lanzado por el presidente Nicolás Maduro en agosto, que no ha logrado frenar una crisis caracterizada por la escasez de insumos y productos básicos además de una inflación que el FMI proyecta en 10 millones por ciento para 2019.
La falta de repuestos y neumáticos, combinada con elevados precios, ha provocado que 90 por ciento de la flota de transporte público se encuentre varada.
Con el argumento de boicots, el gobierno venezolano ha ocupado en el pasado instalaciones de otras compañías internacionales.
Una medida semejante tomó en agosto contra el fabricante de neumáticos Pirelli, que cerró su planta por falta de materia prima tras 28 años de operaciones; así como contra la irlandesa Smurfit Kappa, fabricante de cajas de embalaje.