Lunes 24 de diciembre de 2018, p. 8
El proyecto del Tren Maya debe ir acompañado de una política de desarrollo regional que incluya a las comunidades y evite la fragmentación de los ecosistemas en la zona. Asimismo, tiene que cumplir con los requisitos legales aún no cubiertos, como la consulta a los pueblos indígenas, señalaron expertos.
Pedro Álvarez Icaza, quien desarrolló el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM) en el sureste del país, que abarca Tabasco, Quintana Roo, Yucatán y Campeche, por donde se prevé el paso del Tren Maya, además de Chiapas y Oaxaca, parte del Gran Corredor Transístmico, indicó que en la zona hay una alta concentración de felinos mayores: jaguares, puma y trigrillo. Ahí están las Áreas Naturales Protegidas Calakmul y Sian Ka'an. Hacia la selva lacandona esta Montes Azules, el Ocote y hay reservas comunitarias importantes, como Balankán, así como la gran reserva maya del lado de Guatemala.
Alvarez Icaza, director de Impacto Ambiental cuando se creó la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), detalló que los corredores biológicos son áreas de movimiento, y que en proyectos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se hicieron recomendaciones para no afectar el tránsito de felinos en la zona. Conocedor de la región, mencionó que el tren pasará por zonas ya impactadas, en las que hay gran movimiento vehicular que ha generado contaminación y desplazamiento de comunidades, por lo que se debe medir el impacto regional que pueda tener el proyecto y definir la capacidad de carga.
En Calakmul, explicó, se debe regular el número de visitantes por día. No sólo debe ser un plan para turistas, sino la columna vertebral del desarrollo regional. No se puede correr prisa en los estudios, la zona es muy importante como para tomar una decisión sobre las rodillas
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Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, dijo que se tiene que consultar a los pueblos indígenas de acuerdo con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, y hay elementos jurídicos legales por cumplir. Si se busca hacer cambios de uso de suelo en terrenos forestales, se tendría que solicitar autorización a Semarnat y ver si el proyecto es compatible, así como ver los ordenamientos ecológicos del territorio
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