Washington. Estados Unidos entró este domingo en el segundo día de un cierre de gobierno que, según el director de presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, podría extenderse hasta enero, en momentos en que el presidente Donald Trump defendió de nuevo su proyecto de muro fronterizo con México.

Es muy posible que este cierre se extienda más allá del 28 de diciembre y hasta que asuma el nuevo Congreso, que debe reunirse por primera vez el 3 de enero, indicó Mick Mulvaney a Fox News.

El cierre parcial de algunas administraciones federales desde la medianoche del viernes mantiene a unos 800 mil funcionarios públicos en licencia sin sueldo o trabajando sin paga (en los servicios considerados esenciales).

Cerca de 400 mil trabajadores fueron enviados a sus hogares, mientras 420 mil adicionales, cuyos trabajos se consideraron esenciales, incluidos los oficiales de la Patrulla Fronteriza y los agentes de seguridad del aeropuerto, permanecen en el trabajo sin paga.

Las discusiones sobre el presupuesto federal que buscaban resolver el problema fueron puestas en pausa el sábado por el Congreso hasta el próximo jueves 27, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre los fondos para construir un muro fronterizo con México que exige Trump.

El mandatario, quien canceló sus vacaciones navideñas en Florida debido al shutdown, insiste en que se apruebe su pedido de 5 mil millones de dólares para construir el muro, una promesa de campaña, para reducir la inmigración ilegal a la que se oponen completamente los demócratas. Su esposa, Melania, quien ya había viajado a Mar-a-Lago, regresó a Washington para pasar las vacaciones con su esposo.

Ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo entre el Congreso y la Casa Blanca, una docena de agencias federales se quedaron sin financiamiento.

La única forma de evitar que las drogas, las pandillas, el tráfico de personas, los elementos criminales y muchas otras cosas lleguen a nuestro país es con un muro o una barrera, tuiteó Trump el domingo. “Los drones y todo lo demás son maravillosos y muy divertidos. ¡Pero es un buen muro, a la antigua, lo que funciona!”

El sábado tuiteó que estaba en la Casa Blanca trabajando duro para encontrar una solución, pero que podría ser una larga estadía.

Los días festivos de fin de año hicieron que los efectos visibles del cierre sean más lentos, pero se propagarán gradualmente.

Entre los primeros en sentirlo se encontraban los visitantes del National Mall, similar a un parque de la capital, que alberga lugares de interés como los monumentos de guerra y el imponente Monumento a Washington.

Hubo pocos indicios este domingo de cualquier avance y, con la mayoría de los legisladores en casa por las fiestas, parece que una solución está más lejos que nunca.

El senador Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata, culpó del cierre a una rabieta extraordinaria de dos semanas del presidente, y aseguró que podría reabrir el gobierno si abandonara el muro.

Otro demócrata, el senador Chris Coons, declaró a CBS: “ahora francamente no hay forma de conseguir 5 mil millones de dólares de los contribuyentes estadunidenses para cumplir su promesa de campaña de un ‘muro grande y hermoso’ con México”.

Incluso algunos republicanos expresaron su consternación por lo que llamaron una crisis evitable.

Los demócratas fácilmente apoyarían más fondos para la seguridad fronteriza si se pudiera alcanzar un acuerdo más amplio, dijo el senador republicano Bob Corker a CNN.

El director de presupuesto de la Casa Blanca dijo que Trump estaba dispuesto a discutir una solución de inmigración más amplia, pero parecía no tener ninguna posibilidad de ofrecer la ciudadanía a los dreamers, pues, agregó, no es una idea popular entre muchos congresistas republicanos.