Lunes 24 de diciembre de 2018, p. 16
Ni siquiera los trabajadores de México que tienen ingresos medios y altos de la llamada generación Afore –constituida por quienes empezaron a cotizar en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)después de julio de 1997– contarán con pensiones suficientes cuando se retiren, debido a que la tasa de remplazo es significativamente inferior a la de generaciones pasadas que se encuentran bajo el esquema de beneficio definido, además de que son bajos los rendimientos del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR)
, advirtió el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Calculó que los trabajadores apenas obtendrán una pensión equivalente a 26 por ciento del sueldo que tengan antes de jubilarse (tasa de remplazo), salvo que aumenten sus aportaciones voluntarias.
Sin embargo, éstas representan apenas 1.9 por ciento de los activos administrados por las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore).
La generación Afore se encuentra en una situación de vulnerabilidad, porque sus pensiones serán insuficientes para subsistir dignamente en la vejez, inclusive para los individuos de ingresos medios y altos. Esto como consecuencia de la transición hacia un modelo de pensiones que deja la responsabilidad del retiro a cada individuo
, establece el análisis del CIEP, realizado por sus investigadores Xavier García Flores y Alejandra Macías Sánchez.
La modificación
La reforma del sistema de pensiones del IMSS se efectuó hace 21 años para pasar a un esquema de beneficio definido a uno de contribución definida, el cual implica que los trabajadores recibirán únicamente el saldo que acumulen durante su vida laboral y ya no contribuciones de trabajadores activos que anteriormente financiaban las pensiones de los jubilados.
Para tener acceso a la pensión, la generación Afore requiere cotizar como mínimo mil 250 semanas y tener de 60 a 64 años de edad en caso de pensión por cesantía o 65 en caso de pensión por vejez.
En 20 años, el rendimiento real histórico de las Afore ha sido de 5.14 por ciento, factor que se ha reducido significativamente por el aumento de los precios (inflación).
El CIEP consideró que además de un aumento de las aportaciones voluntarias, otra manera para incrementar la tasa de remplazo para las pensiones de la generación Afore puede ser un alza en los porcentajes de las contribuciones tripartitas que gobierno, patrones y trabajadores hacen del salario base de cotización, que en conjunto suma 6.5 por ciento para los afiliados del IMSS.
El trabajador aporta 1.125 por ciento del salario base de cotización, el patrón otro 5.150 y el Estado 0.225. En el caso del IMSS, dichas aportaciones se elevan a 11.3 por ciento del salario base.
Si bien el CIEP manifestó que la generación Afore debe planear su retiro, también indicó que el país necesita políticas públicas para incentivar el ahorro y desarrollar los instrumentos del mercado financiero y de inversiones.
De lo contrario, la cantidad de personas que demanden pensiones mínimas garantizadas y no contributivas será mayor, las cuales son financiadas con gasto corriente por el gobierno federal. Como consecuencia se tendrá mayor presión en las finanzas públicas y aumento en la desigualdad de la sociedad
, puntualizó el CIEP.