Domingo 23 de diciembre de 2018, p. 4
La Unión Europea (UE) conoce la situación que guardan los derechos humanos en México; que hay muy buenas leyes, pero problemas de implementación; sin embargo, el embajador del bloque en México, Klaus Rudischhauser, expresa que no creemos en sanciones
, sino en el diálogo y la cooperación.
En 1997 México y la UE firmaron el Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación que entró en vigor en 2000. El mecanismo se encuentra en la etapa final de negociaciones para modernizarlo.
El artículo primero expresa: El respeto a los principios democráticos y a los derechos humanos, como se enuncian en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, inspira las políticas internas e internacionales de las partes y constituye un elemento esencial del presente acuerdo
.
Más de una vez, organizaciones no gubernamentales que han participado en los diálogos de concertación política entre México y la UE se han pronunciado por una aplicación más concreta de esa cláusula para que sea un instrumento más eficaz de supervisión.
El embajador Rudischhauser declaró que en el ámbito de los derechos humanos no creemos en sanciones, no podemos imponer cosas. Podemos dialogar, ayudar y trabajar juntos
.
El bloque europeo, expuso, tiene varios proyectos en México, que, junto con la sociedad civil, se despliegan planes de capacitación en defensa de los derechos humanos. Ello, dijo, es aceptado por el mismo gobierno mexicano.
Aun con el tratado entre la UE y México estamos de observadores
. Los problemas que existen en la materia deben ser resueltos por las instituciones y sociedad mexicana. Nosotros podemos ayudar, capacitar a una institución o a organizaciones de la sociedad civil
, opinó.
Rudischhauser informó que están casi listas las negociaciones que modernizan el acuerdo. El 21 de abril, las secretarías de Relaciones Exteriores y de Economía anunciaron la conclusión exitosa
de las negociaciones del acuerdo global con la UE que incluye aspectos políticos, económicos y de cooperación, que permitirán fortalecer el diálogo político, aumentar los flujos comerciales y de inversión, así como elevar la cooperación técnica y científica.