Para volverse pájaro
e recibido un regalo, una joya para mí. Es un poema de la joven actriz, poeta y dramaturga mexicana Acoyani Guzmán, incluido en su primer poemario Para Volverse Pájaro, que hace unos días publicó en Madrid la editorial La Poesía Mancha. Otro regalo es poder compartirlo con ustedes. Y fue quien dijo aquella frase memorable… Tu vida es una vida que vale la pena vivir
/Lo dijo desde el aire, un poco pájaro/Mientras el cosmos ordenaba el caos en ese instante./ Antes palacios enrejados habitaban el paisaje/Vinieron los tiempos de escenarios/Ocultos primero descubiertos con el duelo del loco. /Allí se encontraba un pedazo de la verdad /Se respiraba enormemente la caja negra/Las habitaciones con charlas escénicas/Un implacable volver hacia el monólogo /La intuición literaria de la imprenta/El agudo ojo de la maestra desvaneciéndose/Como si de eso se tratara/De irse evaporando hacia otros temporales. Ahora contemplo ese abismo/Su principio es el mañana que es hoy/Cuando entre cartas de tarot me reflejaba/Y el premio siempre era escribirme con café/ y soledad mi amiga me acompañaba.
Por muchos años añoré ese contacto/La necesidad armada de argumentos sobre el papel/Acariciarme sin tonterías además del oficio/Haber hallado ese lugar dentro de mí/Para estos momentos/Hace falta recurrir a esa sal/A la arena que giraba sobre mis cabellos poseídos/Recuperar lo que ya ha venido viajando desde el pasado/Para no marcharse nunca más. Ahora despacio voy encontrándome en los otros/Veo como pasa de vuelta/Como si la poesía lo susurrara/Es más, lo gritara con patas abiertas/
Aquí está tu casa, tu camino, tu historia/Y fue ella, mi madre/Que casi sin maldad/En una suerte de trance altruista/De esos que los ángeles ancestros llevan a cabo/Fue ella quien me lo dijo/Y en ese momento todo absolutamente todo cobró sentido/Y todos nuestros derrumbes en barcos sin puerto se olvidaron/Tu vida es una vida que vale la pena vivir
/ Lo escuché desde ese vacío del futuro/La voz del pasado que viaja adelantada/ Y lo dijo claro, preciso, orgánico/A pesar de las guitarras rotas/Y los martillos asesinos de la música/Lo dijo distanciada del hurto de veladoras ancianas/Eficaces, necesarias aliadas. Allí estaba de nuevo la vida/Pasando a dejar un mensaje/Y así lo escucho cuando vuele alguna herida/ Tu vida es una vida que vale la pena vivir
… PS. Felicitaciones y agradecimiento de todo corazón a Carlos Payán.