El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, reconoció algo muy doloroso: la policía de esta capital ha sido abandonada y utilizada, y afirmó que las prioridades presupuestales de esta dependencia durante años estuvieron en rubros que generaron negocios para unos cuantos.

Al presidir –junto con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo– el Día del Policía 2018, expresó que el cambio de administración es la oportunidad para cambiar formas y políticas de la institución, pues no repercutió en beneficio de la población, a pesar de tratarse de la corporación de su tipo más grande del país y una de las más importantes del continente americano.

Frente a representantes del gobierno federal y de instituciones de la administración capitalina y de organizaciones vecinales, el funcionario confió en que la dependencia tiene capacidad para hacer frente a los retos que ha generado la inseguridad, para lo cual propuso poner en marcha 10 principios de actuación, los cuales permitirán que la policía recupere la confianza de la ciudadanía y la dignidad de los agentes.

En su discurso aseguró que el abandono de la dependencia estuvo presente desde el momento en que no se pagó a sus elementos lo que se debería, ni se les dotó de insumos básicos para realizar su labor y tampoco se les capacitó de manera eficaz.

La policía capitalina ha sido utilizada porque las prioridades presupuestales en los últimos seis años no fueron las de fortalecer la institución y desarrollar a sus elementos, sino que estuvieron en aquellos rubros que generaron negocios para unos cuantos.

Argumentó que se gastaron más de 4 mil millones de pesos para comprar alarmas vecinales que ni cubren toda la ciudad ni sirven para el objeto para el que fueron adquiridos. Ese dinero pudo haber rendido muchos más frutos si se hubiera invertido en más salario y prestaciones de los policías, así como en ampliar la capacitación y profesionalización.

Además, se invirtieron millones de pesos en la construcción de estaciones que no son funcionales para las unidades de protección ciudadana y se abandonaron los cuarteles: El dinero hubiera generado mejores condiciones operativas si se hubiera ido en mejorar la infraestructura y equipamiento de los sectores.

Al enlistar los 10 principios de actuación, citó el que la policía debe estar al servicio de los ciudadanos, no de políticos ni de los mandos, que los uniformados salgan a las calles y se identifiquen con la población y se evalúe su desempeño, además de acabar que debe dar la tropa.

De igual manera, dijo que habrá una mejor coordinación con la Procuraduría de Justicia capitalina, se recuperará el orden y la disciplina, invertirá en el desarrollo policial, hará partícipe a la ciudadanía para evaluar a los uniformados en cada uno de los 847 cuadrantes en que se dividirá la ciudad para su vigilancia y empezará una adecuada coordinación con las alcaldías para definir las acciones y operaciones de la dependencia.

El acto –al que acudieron 10 mil policías– fue amenizado por el cómico Teo González y se rifó un automóvil.